Capítulo 1

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Capítulo 1: ¡Hay alguien aquí!

«Ah… estoy agotado… tan agotado.»

Un salario que ni siquiera llegaba a los dos millones de wones. De ahí, después de pagar el alquiler y el préstamo estudiantil, y economizar en los gastos diarios, Sejun lograba ahorrar un millón de wones al mes en una cuenta de ahorro, acumulando doce millones. Era una suma considerable, pero todavía muy lejos de su objetivo.

«Uff. ¿Cuándo podré comprar un ticket? ¿Realmente podré comprarlo algún día?»

Sejun suspiró ante su abrumador objetivo.

Hace diez años, una torre negra de 99 pisos apareció repentinamente en pleno Gangnam, Seúl. La torre tenía patrones geométricos y una estructura que desafiaba las leyes de la física.

Torres similares surgieron simultáneamente en cien ciudades diferentes alrededor del mundo. Cada país investigó la torre que apareció en su territorio, pero obtuvieron pocos resultados.

La información que descubrieron fue que las torres medían 990 metros de altura, estaban construidas con un material tan resistente que ni siquiera una bomba nuclear podría hacerle un agujero, y no tenían ninguna entrada visible.

En esa situación, de repente, la gente comenzó a salir de las torres una tras otra. Atravesaban las paredes de la torre como si nada.

Los investigadores se apresuraron a identificarlos y descubrieron que eran personas que habían desaparecido recientemente.

«¿Cómo entraron a la torre?»

Ante las preguntas de los investigadores, respondieron que no entraron, sino que fueron absorbidos por un agujero negro y cuando recuperaron la consciencia, estaban en el primer piso de la torre.

Así, gracias a las personas que salieron de las torres, la información sobre ellas comenzó a revelarse.

-Las cien torres están conectadas entre sí.

-Al entrar en la torre, uno despierta y obtiene una de dos profesiones: mago o guerrero.

-A partir del segundo piso hay monstruos, y se vuelven más fuertes conforme se sube.

-Se puede recibir una recompensa por cada piso completado, y las recompensas mejoran al subir. Sin embargo, no hay recompensa por completar un piso ya superado.

Nadie sabía el propósito de las torres. Pero una cosa era segura: subir la torre daba dinero. Los objetos obtenidos dentro de la torre se vendían a precios elevados en la Tierra.

Entre esos objetos también había tickets. Los tickets eran una de las principales fuentes de ingresos de los despertados, y al completar un piso había una alta probabilidad de obtener uno o más.

Las personas ya despertadas no necesitaban tickets para entrar y salir de la torre. Sin embargo, si una persona común poseía un ticket, podía entrar en la torre.

Y al entrar en la torre, despertaban y obtenían la calificación para subirla. Por eso los tickets no eran baratos ni fáciles de conseguir.

En Corea, la Asociación de Despertados de Corea compraba y vendía en conjunto los tickets de los cazadores.

El precio era de 150 millones de wones por ticket. Y debido a la alta demanda, las noticias decían que en una semana subiría a 200 millones. Al parecer, había cientos de personas que ya habían pagado por adelantado esperando sus tickets.

‘¡No puedo renunciar!’

Y cuando las noticias sobre inversiones en oro y otras formas de inversión comenzaron a aparecer frecuentemente, Sejun tomó una gran decisión.

¡Cultivaría productos agrícolas en casa!

Una forma de ajustarse aún más el cinturón. No planeaba cultivar nada extraordinario, solo quería comprar algunas cosas que crecieran bien solo con agua para ahorrar en gastos de vida.

‘Empezaré desde hoy mismo.’

Así, después de comprar cebolletas y algunas otras cosas en el supermercado, iba camino a casa.

«Hum hum hum…»

Sejun tarareaba.

Era por la expectativa de poder ahorrar mucho en comida y comer verduras y frutas a voluntad una vez que comenzara a cultivarlas en casa.

‘Así ahorraré dinero, compraré un ticket y entraré en la torre. Y cuando gane muchísimo dinero en la torre, Sera y yo…’

«Jejeje…»

Sera era miembro de Moonlight Fairy, el grupo de chicas más importante de Corea. En otras palabras, era solo una fantasía de Sejun.

Mientras Sejun caminaba con una sonrisa tonta, perdido en sus fantasías, un agujero negro apareció de repente en el aire frente a él.

Y entonces…

Whoosh.

Comenzó a absorber todo a su alrededor.

«¿Eh? ¡Esto es…!»

Sejun se sorprendió enormemente al ver el agujero negro del que no se podía ver el otro lado.

‘¡Es un Vanishing!’

El Vanishing era el fenómeno de ser invitado a la torre, y todos los primeros despertados a través del Vanishing…

¡En fin, esto era una suerte más difícil de conseguir que ganar la lotería!

Tap tap tap tap.

Sejun se apresuró a enviar mensajes a su familia. Era por la preocupación de que lo buscaran si desaparecía sin decir nada.

Cuando terminó de enviar los mensajes…

‘¿Por qué sigo aquí todavía?’

Ya debería haber sido absorbido hace rato por el agujero…

Sejun siguió mirando fijamente el agujero negro, esperando que lo llevara. Sin embargo, la fuerza de succión del agujero no mostraba señales de aumentar.

«¡Vamos, llévame! ¡Eh! ¿Qué? ¿Por qué se está haciendo más pequeño?»

El agujero incluso estaba empezando a cerrarse.

‘¡No! ¡Mi futuro! ¡¡¡Sera!!!’

Sejun tomó una decisión. El futuro hay que forjarlo.

«¡Bien! ¡Iré yo mismo!»

Sejun se lanzó dentro del agujero. Y así desapareció en la absoluta oscuridad.

***

«¿Dónde estoy?»

Tan pronto como salió del agujero, Sejun se dio cuenta de que algo andaba mal. Era muy diferente a la información que había escuchado sobre el primer piso de la torre.

Había oído que el primer piso de la torre estaba iluminado por lujosas arañas de cristal, el suelo estaba cubierto de mármol blanco, y en la amplia plaza había tiendas que vendían equipamiento y pociones, además de centros de entrenamiento donde se podían aprender las habilidades de guerrero y mago.

Pero este lugar, lejos de tener tiendas y centros de entrenamiento, era una cueva hecha de roca.

Lo único similar al primer piso de la torre era que era espacioso.

Si había algo afortunado, era que aunque no hubiera lujosas arañas de luz, había un rayo de luz solar que entraba por un agujero en el techo de la cueva.

‘Primero busquemos la salida.’

Sejun comenzó a buscar una salida mirando a su alrededor.

El primer lugar que marcó como posible salida fue el agujero en el techo de la cueva. Pero escalar la pared hasta el agujero en forma de arco parecía imposible a menos que fueras Spider-Man.

‘Busquemos en otro lugar.’

Sejun dejó su bolsa sobre una roca y exploró la cueva.

Poco después.

«¿Por qué es tan enorme…?»

La cueva era increíblemente más grande de lo que pensaba. En el extremo de la cueva, donde no llegaba el sol, apenas se podía ver nada.

«Tengo que economizar…»

Sejun no tuvo más remedio que encender débilmente el flash de su smartphone y continuar explorando la cueva.

3 horas después.

La exploración de la cueva terminó. La cueva era una cavidad completamente sellada por los cuatro lados. Había revisado uno por uno los espacios entre las rocas buscando grietas o puntos débiles, pero no había ningún lugar por donde escapar.

«No hay salida… ¿No me digas que estoy atrapado?»

Sejun murmuró como si hubiera perdido el alma mientras regresaba arrastrando los pies al lugar iluminado por el sol bajo el agujero del techo de la cueva.

«¿Qué voy a hacer…?»

Tenía que aceptarlo. Era imposible salir de aquí solo.

«¡Hooo-la! ¡¡¡Hay alguien aquí!!!»

Sejun gritó hacia el agujero del techo de la cueva en un último intento desesperado.

Pero…

«¡Hooolahay alguien aquí~!»

El grito desesperado de Sejun no logró escapar por el agujero y solo resonó dentro de la cueva.

«¡Hooo-la! ¡¡¡Hay alguien aquí!!!»

Sejun gritó hasta que sintió que le explotaría la garganta. Pero ni personas ni nada pasó cerca del agujero.

«¡Maldición, digo que hay alguien aquí!»

¡Pum!

Sejun, incapaz de contener su ira, pateó el suelo sin motivo. Así pasó un día.

Día 2 del accidente.

[11 de mayo, 6:00 AM]

Bip-bip-bip. Bip-bip-bip.

Sonó la alarma que había puesto para ir al trabajo.

«Mmm…»

Incómodo por el duro lugar donde dormía, Sejun se levantó con dificultad y apagó la alarma del smartphone.

«……»

Sejun, ya despierto, se quedó mirando el agujero del techo de la cueva durante todo el día.

Pasaron horas y nadie pasó por allí.

«¡Hay alguien aquí!»

Solo el eco lúgubre de su grito rebotaba en las húmedas rocas.

Grrrrr.

El estómago de Sejun rugió. Aunque estaba muy preocupado, tenía que comer algo para sobrevivir.

«Ugh… tengo tanta hambre.»

Pensándolo bien, no había comido nada desde que salió del trabajo.

‘¿Debería comer algo?’

Sejun buscó una roca plana y se sentó.

Y entonces…

Crunch.

Sacó una manzana envuelta en una bolsa de la mochila que había dejado. Era una manzana lavada que le había dado su compañero de trabajo.

‘Gracias, Minjun.’

Sejun decidió que si lograba salir de aquí, le devolvería el favor a su compañero Minjun con cerdo agridulce. No es que a Minjun le gustara especialmente el cerdo agridulce, sino que ahora mismo Sejun tenía antojo de fideos negro con cerdo agridulce.

Así que, después de decidir invitar a Minjun a cerdo agridulce, abrió el envoltorio de plástico de la manzana y le dio un gran mordisco.

Crunch.

El jugo agridulce de la manzana invadió su boca.

‘¡Está deliciosa!’

Al recuperar el apetito, su hambre se volvió incontrolable.

Crunch. Crunch.

Sejun devoró la manzana como si estuviera poseído.

«Ah.»

Miró con cara de decepción el corazón y las semillas que quedaron después de comerse meticulosamente la manzana. No había sido suficiente.

Thump. Thump.

Sejun cavó descuidadamente con el pie y enterró las semillas y el corazón de la manzana.

Luego comenzó a sacar las cosas de su mochila.

Su laptop y una botella de agua de 500ml que había sobrado de la oficina.

Cebolletas, tomates cherry y boniatos que había comprado para cultivar en casa.

«Uno, dos, tres…»

Sejun empezó a contar los tomates cherry en el envase de plástico. Era para tener un registro exacto de sus provisiones.

27 tomates cherry, 10 tallos de cebolleta y 7 boniatos.

Primero plantó todas las cebolletas, 3 tomates cherry y 2 boniatos, guardando el resto como provisiones.

Los tomates cherry tienen muchas semillas dentro, así que con solo 3 se pueden plantar muchos. Y los boniatos… como eran la única fuente de carbohidratos entre sus provisiones, no podía plantar muchos.

‘Primero llenar más el estómago.’

Splash. Splash.

Sejun lavó cuidadosamente un boniato y 5 tomates cherry en el estanque.

Al menos era una suerte que hubiera un pequeño estanque en un rincón de la cueva. Al menos tendría agua potable.

‘Ojalá hubiera algunos peces…’

No se veía ni siquiera una criatura del tamaño de un pequeño pez en el estanque. Ahora que lo pensaba, tampoco había insectos ni pequeños animales como ratones en la cueva.

Aunque Sejun normalmente se asustaría al ver insectos o ratones, ahora que no había ninguno, de alguna manera los echaba de menos. En las películas, siempre mostraban escenas de gente comiendo insectos y ratones cuando no había nada más que comer.

‘Si realmente se acaban las provisiones, tendré que comer ese tipo de cosas.’

Por supuesto, lo mejor sería escapar de aquí antes de que se acabaran las provisiones.

Crunch.

Al morder el boniato, todos sus pensamientos dispersos desaparecieron con el sonido crujiente. Era momento de concentrarse en el boniato.

Munch munch.

¡Delicioso! Cuanto más lo masticaba, más dulzura salía, era mucho más sabroso de lo que esperaba. Aunque normalmente los comía hervidos o asados, pensó que de vez en cuando tampoco estaría mal comerlos crudos.

«¿Debería ponerme a trabajar?»

Después de comerse un boniato y 5 tomates cherry, Sejun tomó primero las cebolletas.

Y entonces…

Crack.

Rompió las cebolletas aproximadamente a un tercio desde la raíz, separando la parte verde de las hojas y dejándolas aparte en el suelo.

‘Las comeré más tarde.’

Aunque no sabrían bien, podría necesitar comerlas para sobrevivir.

Sejun enterró la parte blanca con raíces de las cebolletas en la tierra suave donde llegaba la luz del sol.

Luego, a la izquierda de las cebolletas plantó los 2 boniatos y a la derecha los tomates cherry.

Los boniatos los enterró uno por uno simplemente en la tierra, y con los tomates cherry, los aplastó y plantó las semillas que salieron de su interior.

Slurp.

Sejun se chupó el jugo de tomate que le había quedado en las manos mientras se acercaba al estanque. Luego llenó la botella de agua de 500ml con agua del estanque y regó abundantemente la tierra donde había plantado los cultivos.

Cuando terminó el trabajo, Sejun se tumbó sobre una roca mirando al techo, esperando que alguien pasara. Como no tenía muchas provisiones, trataba de conservar energía mientras ocasionalmente gritaba «¡Hay alguien aquí!».

Pero nadie pasó.

Bip-bip-bip. Bip-bip-bip.

[12 de mayo, 6:00 AM]

Era el tercer día del accidente.