Capítulo 2

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Capítulo 2

Durante estos tres días, he sentido profundamente una lección. Y es la siguiente: “Por más horrible que sea, usemos el producto original”. ¿Quién iba a saber que instalar un mod no oficial iba a hacerme quedar atrapado en el juego?

—¡Maldición!

En el momento en que ejecuté el juego, un destello brilló. Cuando recuperé la conciencia, estaba en un mundo completamente desconocido. No, decir que era completamente desconocido sería un error.

—¡Este rostro…!

Al ver mi reflejo en el pozo, me di cuenta de que mi rostro era inconfundiblemente el de Alben Oldair. Así que, seguramente, este es el mundo de la Saga de Valdeon.

—¿Poseído? Maldición, ¡estoy poseído!

No necesité más que unos minutos para hundirme en la desesperación. De todos modos, estar lamentándome no me garantizaría regresar al mundo original. Y, si lo pienso bien, es mejor estar en un mundo que conozco bien, como el de la Saga de Valdeon, a estar en uno completamente desconocido, ¿no?

…O al menos eso pensaba. Hasta que me di cuenta que estaba en la ruina.

—No tengo dinero ni comida, ¿en serio? Ja, ja, ja.

Lo único que tenía era una carta en el bolsillo con el título [Motivo de Expulsión]. En ese momento, un recuerdo cruzó por mi mente.

[Abandonado] +50p ¡Empiezas siendo abandonado! No puedes recibir la recompensa inicial. La palabra clave que había incluido para ganar unos míseros 50 puntos: [Abandonado].

Esa era la razón por la que ahora estaba completamente arruinado. Si no hubiera añadido esa palabra clave…

—A estas alturas estaría viviendo como un príncipe en la mansión de una familia noble, disfrutando de la vida, ¿no?

Todo por esos malditos 50 puntos. Solo por obtener unos cuantos puntos más. El estatus, el dinero, el equipo básico, las habilidades iniciales que obtienes al comenzar la Saga de Valdeon. Todo se había desvanecido.

—¡Ja, ja, ja…! ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja!

Esto es un comienzo realmente refrescante, ¿eh?

***

Observaba sin pensar cómo se asaban unos insectos y hongos desconocidos en el fuego. Ya había pasado una semana desde que quedé atrapado en este cuerpo. Estoy sobreviviendo, comiendo cosas de las que no sé ni el nombre, cazándolas en una montaña desconocida. Debió ser que comencé en un lugar muy remoto, ya que en esta semana desde mi llegada no he visto ni un pueblo ni una sola persona pasar. Por suerte, el clima se mantenía templado, algo así como a principios de otoño. Si hubiera sido verano, habría terminado siendo comida de insectos. Si fuera invierno, ya me habría congelado hasta la muerte.

—…Ya están asados.

Di un gran mordisco a la carne dorada del insecto asado. El jugo se esparció mientras la textura gomosa se filtraba entre mis dientes. El nombre de este insecto, que se parecía a un enorme grillo, era «Escarabajo Dorado». Es un ingrediente útil en la cocina dentro del mundo de la Saga de Valdeon. Al principio, el solo hecho de pensar en comerlo me daba náuseas.

—Ñam, ñam.

Pero sabía mejor de lo que esperaba. Más que nada, no tenía la confianza para cazar animales salvajes con mi cuerpo pequeño y débil, así que no me quedó otra opción más que comer el dócil Escarabajo Dorado. Tragué la carne del escarabajo mientras pensaba en lo que vendría después. Vivir como si fuera el sucesor espiritual de Bear Grylls no parecía una mala opción. Pero no estaba preparado para disfrutar de un invierno interminable en este mundo. Si seguía así, en unos meses acabaría siendo un hombre de hielo. Por eso decidí empezar a caminar sin rumbo fijo. Según la información escrita en la [Carta de Expulsión], la familia Oldair, que me había abandonado, estaba ubicada al sur del continente.

—El sur del continente tiene muchas aldeas.

Si seguía vagando por los caminos de la montaña, tarde o temprano me encontraría con un pueblo o alguna persona. Lo demás lo resolvería después. Primero tenía que sobrevivir si quería tener un futuro.

Llené mi estómago con insectos y hongos, y el sueño empezó a invadirme. Recolecté algunas hojas caídas de los alrededores y las junté para hacerme una manta improvisada.

—Mañana caminaré con más fuerzas….

Saldré de este maldito mundo, cueste lo que cueste. Y la próxima vez, solo usaré productos originales.

—…Mierda.

Era la misma queja de siempre, que llevaba repitiendo durante una semana. Justo cuando empezaba a entregarme al sueño.

—Ah, qué aburrido…

—¿Cuántos días llevamos ya?

Una voz humana llegó a mis oídos. Mi mente, que había sido consumida por el sueño, se despejó de inmediato.

—¡Alguien!

Me levanté de golpe. Definitivamente lo escuché. Partiendo de la suposición de que no era una alucinación, lo que escuché claramente era una voz humana. Contuve la respiración y me concentré, esperando escuchar la siguiente palabra.

—Jejeje… En cuanto lleguemos al pueblo, iremos directamente allí.

—¡!

Mi cuerpo se movió solo, dirigiéndose hacia el lugar de donde provenía la voz. Las hojas secas se rompían en pedazos bajo mis pequeños pies, generando unos cuantos crujidos. En mi mente, quería gritar: «¡¡¡Hay alguien aquí, maldiiiiiita seeeeeaaaaa!!!». Pero primero debía averiguar quiénes eran esas personas. Mi [rostro delicado] hacía que fuera un blanco fácil para ladrones y maleantes. Si las voces pertenecían a bandidos, me atraparían antes de que pudiera siquiera defenderme.

—Por favor… por favor, que sean ciudadanos decentes.

Avancé sigilosamente, ocultando mi presencia lo mejor que pude, dirigiéndome hacia el lugar de donde provenían las voces. En la oscuridad, una luz brillante apareció a lo lejos. Parecía que habían encendido una fogata para pasar la noche. Con cuidado, me escondí detrás de un árbol y los observé. Eran dos mujeres sentadas frente a la fogata.

—¡Son mujeres!

Esto era una buena señal. En la Saga de Valdeon, todos los NPCs ladrones eran hombres. Aunque este no es un juego. Escuché atentamente su conversación.

—¿No queda comida? Tengo hambre.

—Te la acabaste toda hace rato, idiota.

—¿Ah, sí? Jeje.

—En serio… tsk.

La mujer de pelo largo y castaño miró con disgusto a la otra, que tenía el pelo corto, mientras añadía más leña al fuego. Mmm. Su lenguaje era un poco tosco para una mujer de este mundo, pero si eran campesinas de alguna aldea, podría ser normal.

—Quiero llegar pronto al pueblo.

Oh, ¿serán aventureras? Si son aventureras, entonces se entiende su forma de hablar.

—¿Pero había mujeres aventureras en la Saga de Valdeon?

…Bueno, este no es un juego. Aquí sí puede haber aventureras.

—No aceptaríamos una misión si estuviera tan lejos.

—Ten paciencia. Aunque esté lejos, nos pagarán bien. Con eso podremos vivir unos meses sin hacer nada.

—Hmm, eso suena tentador.

La chica de pelo corto soltó una risita.

—Cuando cobremos, ¿qué harás con el dinero?

—Probablemente te lo gastarás todo en la taberna otra vez.

—¿Y tú? La última vez perdiste todo en apuestas.

—¡Maldición! ¡Eso fue porque esos bastardos hicieron trampa! ¡Esta vez no me engañarán!

Alcohol y apuestas… Cuanto más escuchaba su conversación, más sentía que este lugar no coincidía con lo que yo conocía.

—Aun así, creo que lo gasté más útilmente que tú. Al menos estuve con un hombre.

En ese momento, mis dudas se hicieron más profundas. ¿Estuvo con un hombre? ¿Qué es lo que acabo de escuchar?

—¿Gastar 300 monedas de oro solo por acostarte con un hombre? Podrías haber atrapado a cualquiera por el camino y haberlo hecho. Si se ponía difícil, simplemente lo matabas.

—Los hombres de esa casa son diferentes. Si los pruebas, cambiarás de opinión.

La chica de pelo corto temblaba como si solo pensarlo le causara una sensación de calor en el bajo vientre.

—Esto… esto es una locura…

No sabía exactamente qué estaba pasando, pero estaba claro que no eran personas a las que pudiera pedir ayuda. Cuando me disponía a retroceder para huir.

—¡Crach!

Una hoja seca, gruesa y grande, se rompió bajo mi pie haciendo un ruido escandaloso.

—¿Qué fue ese sonido?

Estoy jodido.

—¿No habrá sido solo un animal salvaje?

Sí, solo un animal salvaje. Definitivamente no un humano. ¡Oink oink, guau guau, muuu, miau miau! ¡Iiiiii, jiiiijiiiijiiii, humba humba! Por favor, déjenlo pasar. Por favor, por favor, por favor, por favor.

—Sí, parece que fue un animal salvaje.

¡Yesss!

—Entonces, ve a cazarlo. Justo me estaba dando hambre, así que me viene bien.

¡Maldita sea!

Lo que la chica de pelo corto trajo en las manos después de ir a cazar al “animal salvaje” fue…

—¿Un chico?

Era un chico joven.

—¿De dónde sacaste eso?

Preguntó la otra mujer, a lo que la de pelo corto respondió con una gran sonrisa.

—Parece que ha estado escondido por ahí desde hace un rato. ¡Mira qué cosa tan adorable!

—Dé… déjame ir…

—No, no puedo.

La chica de pelo corto miró al chico con una sonrisa maliciosa, relamiéndose los labios.

—Si un chico aparece solo, sin nada, en un lugar donde hay dos mujeres, ¿no es porque quiere que nos lo comamos?

—¡¿Qué estás diciendo?!

Ella comenzó a aflojarse la cintura, y el rostro del chico se sonrojó de inmediato.

—¿Qué es esa reacción? ¿Acaso es tu primera vez?

—……

—¡Pff, ja, ja! ¡Esto es increíble!

El chico que habían capturado tenía una apariencia impecable. De cuerpo pequeño y delgado, piel blanca y un rostro hermoso. Era, sin lugar a duda, todo un hombre. Además, resultaba ser un ‘virgen’.

—Ugh….

Sus enormes ojos, en ese pequeño rostro, parecían estar a punto de derramar lágrimas en cualquier momento. Tragó saliva con temor.

El cuello de la mujer de cabello castaño se movió con nerviosismo. Sentía un cosquilleo en el abdomen mientras la sangre le subía a la cabeza.

—Oye, ¿puedo tenerlo yo primero?

—¿Por qué debería ser así?

—¿Qué? ¡Yo lo capturé primero, así que me toca a mí primero!

—Yo fui quien escuchó el ruido y te dijo que lo atrapases, ¿no? Así que me corresponde a mí antes que a ti.

—¡Ja! ¿Qué pasa? ¿Estás excitada o qué? ¿Eh?

Así comenzó el debate sobre quién sería la primera en aprovecharse del chico. Alben retorcía su cuerpo, intentando liberarse de las garras de la chica de cabello corto, pero…

‘¡Qué fuerza tiene…!’

Las manos de ella ni siquiera se movían.

—¡Está bien! Pero quiero un mayor porcentaje de la recompensa por la misión, ¿ok?

—De acuerdo.

Parece que finalmente llegaron a un acuerdo. La mujer de cabello castaño empezó a desvestirse con una mano, mientras con la otra acariciaba suavemente el cuerpo de Alben.

—¡¿Qué rayos?! ¡Nooooo!

—Quédate quieto… Si te resistes, podríamos cortarte las extremidades.

—¡No me corten! Si me falta alguna parte, no podré venderme a buen precio en el burdel.

Justo en el momento en que le quitaron la camisa a Alben, una hoja plateada atravesó el cuello de la mujer de cabello castaño. Gotas de sangre roja cayeron al suelo.

Sin poder emitir un grito, la mujer cayó muerta, y detrás de su cuerpo, una cabellera blanca ondeaba en el aire.

—Objetivo localizado. Una eliminada. Procedo a eliminar la otra.

—¡¿Qué… quién eres tú?!

A pesar de la noche, los ojos de esta persona brillaban con un rojo intenso. Su cabello, largo y sedoso, caía con elegancia.

Ella sacudió la sangre de su espada mientras miraba fijamente a la chica de cabello corto.

‘¡Esa persona!’

Los ojos de Alben se abrieron de par en par. Porque esa persona… Era un personaje de la ‘Saga de Valdeon’.