Capítulo 26

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Capítulo 26: La ceremonia de ingreso y la primera clase

“Lady Angela ha regresado sana y salva.”

La doncella inclinó la cabeza con respeto mientras hacía el reporte.

“¿…De verdad?”

“La confirmaron en Polaris Academia. Ahora mismo la están escoltando al palacio imperial.”

“¿En Polaris?”

Las cejas de Fernia se contrajeron ligeramente.

“¿Por qué la encontraron allí?”

“B-bueno… No lo sabemos con certeza… Lady Angela se ha mostrado reacia a hablar del tema…”

“Tch, no importa. Se lo preguntaré directamente.”

Chasqueó la lengua con fastidio mientras tomaba su abrigo.

“Iré a donde está ahora mis…”

“No es necesario, hermana.”

Justo en ese momento, una voz familiar interrumpió.

Angela acababa de llegar al palacio imperial. Con una sonrisa apacible, caminó hacia Fernia.

“¿Cómo has estado?”

“Parece que sigues entera. Escuché que tuviste algunos problemas afuera.”

“Tuve suerte. Todo ha sido una bendición de Dios, ¿no crees?”

Un pequeño tic apareció en la frente de Fernia.

Una bendición de Dios… Era una forma sutil de decir que había logrado escapar del peligro.

Si realmente Dios la hubiera protegido, nunca habría pasado por algo así en primer lugar.

Lo que significaba que Angela…

‘Sabe que no fue una coincidencia.’

Sabía que había sido atacada a propósito. Que aquello no había sido solo un simple acto de bandidos al azar.

“¿Por qué no viniste directamente al palacio? ¿Por qué fuiste a la academia primero?”

“No hay una razón especial. Simplemente estaba más cerca.”

“Patrañas…”

Fernia la observó con atención.

Su apariencia no había cambiado en absoluto desde que salió del palacio. La academia había eliminado cualquier rastro de lo que fuera que hubiera pasado allá afuera.

Pero aún así…

‘Ha cambiado.’

La energía que emanaba de ella era completamente distinta.

Apenas habían pasado unos meses, y sin embargo…

“……”

¿Qué demonios había vivido para que su presencia fuera tan diferente?

Antes, Angela era como una joya frágil, mal pulida.

Pero ahora…

Era como una espada finamente afilada.

Su cuerpo seguía siendo frágil, claro. Pero…

‘Corta.’

Antes, Fernia sentía que podía aplastarla con solo cerrar el puño.

Pero ahora, si intentaba romperla sin cuidado, era su propia mano la que podría terminar cortada.

“Parece que has pasado por muchas cosas.”

“No ha sido un viaje vacío. Es cierto que lo que he aprendido es apenas un pálido reflejo de los logros que tú has conseguido, hermana, pero aun así… he obtenido algo.”

Tac, tac.

Angela caminó lentamente hasta quedar justo al lado de Fernia y susurró en voz baja.

“He aprendido que, para proteger lo que es mío… no puedo dudar en hacer lo que sea necesario.”

“¡Tú…!”

“Bueno, ¿puedo ir a descansar ahora? Volver a ‘casa’ después de tanto tiempo me ha dejado agotada.”

Sonrió.

Una sonrisa inocente, pura.

Y con la misma tranquilidad con la que había llegado, se alejó sin prisa.

Fernia apretó los labios mientras veía su silueta desaparecer en la distancia.

“¿Qué demonios ha pasado…?”

¿Qué demonios tuvo que vivir para cambiar así?

Hasta ahora, solo la había considerado un estorbo torpe y desechable.

‘Maldición.’

Si esa insolente empezaba a codiciar en serio el trono…

Las cosas iban a volverse realmente molestas.

“Ven.”

De regreso en su habitación, Fernia habló al aire.

“Sí.”

Ante su orden, una mujer emergió de las sombras.

“Investiga. Descubre qué la hizo cambiar así.”

Debía haber una razón.

Algo la había hecho ver el mundo con esos ojos.

Algo había despertado sus garras.

“Entendido.”

¡Swish!

La mujer desapareció de inmediato.

***

Al parecer, Elma no había mentido.

Había más agentes de seguridad en la estación.

‘¿El consejo estudiantil tiene tanta autoridad?’

Polaris realmente era un mundo aparte.

Claro, si todo el distrito era parte de la academia…

Era lógico que ellos tuvieran el control absoluto.

‘En la historia, la elección del presidente del consejo estudiantil era un evento de escala monstruosa.’

Nada aquí tenía un estándar normal.

—Próxima estación, Polaris Edificio A…

Salí del tren al oír el anuncio.

Por suerte, esta vez no tuve problemas con pervertidos.

“Ugh… estoy nervioso.”

“¡Kya~! ¡Por fin empieza mi vida juvenil!”

“Los que dicen eso siempre fallan.”

“Voy a entrar, voy a entrar, voy a entrar…”

A diferencia de cuando vine con Angela, el Edificio A estaba abarrotado.

“¿Todos estos vienen al examen de admisión?”

Lo más probable.

Al ver a algunos devorando caramelos de arroz con caras de resignación…

“Come esto.”

“…Oh, gracias.”

“Toma más.”

“Ya es suficiente, en serio—”

“Come, mierda.”

“¡Oye, imbécil!”

Entre miles de aspirantes, solo 50 serían aceptados.

Y solo uno recibiría la beca completa.

‘Aun así…’

No podía imaginar que ese único estudiante no fuera yo.

“Ugh, vamos.”

Estiré los brazos y busqué la oficina de admisiones.

[Registro de examen de ingreso a Polaris Academia]

La ventanilla estaba justo al entrar.

Me acerqué y me senté allí, donde una mujer de cabello corto me atendió.

«Hola, ¿en qué puedo ayudarle?»

«Vine a confirmar mi registro para el examen.»

«Ah…»

Me miró y sonrió con cierta incomodidad, como disculpándose.

«Lo siento, pero la confirmación del registro debe hacerla el aspirante en persona.»

¿…Eh?

‘¿Qué diablos?’

Ni siquiera he dicho mi nombre todavía.

¿Qué clase de discriminación ingeniosa es esta?

«Eh… yo soy el aspirante en persona.»

Cuando me señalé a mí mismo con el dedo, la mujer me miró fijamente.

«¿Está seguro de que vino en persona?»

«Sí.»

«¿Podría decirme su nombre…?»

«Al… ejem. Soy Ren Black.»

«Un momento, por favor…»

Ella revisó rápidamente los documentos.

«Oh… efectivamente, aquí está. Ren Black.»

«Uf.»

Por suerte, parece que mi carta no se había extraviado.

«Pe-pero que sea un aspirante masculino… esto es…»

«¿Hay algún problema?»

«¡No, para nada! Lo atenderé de inmediato.»

Después de llevarse mi identificación (falsificada) y realizar algunos trámites, me la devolvió junto con una placa con mi número de examen.

[433]

Me coloqué inmediatamente la placa en el pecho.

Sin dudarlo, entré directamente a la sala de espera.

«Vaya.»

Pensé que había llegado bastante temprano, pero la sala de espera ya estaba bulliciosa.

«¡Haa! ¡Hah!»

Una chica practicando con su espada en un rincón.

«En el examen número 27 fue cacería de monstruos… en el 39 fueron duelos uno contra uno…»

Otra repasando el contenido de exámenes anteriores mientras elaboraba su propia estrategia.

‘Qué ambiente tan ardiente.’

Podía sentir la pasión desbordante en el aire.

‘Mejor mantener un perfil bajo para no llamar la atención.’

Justo cuando entraba buscando un lugar apropiado…

«¿…Eh?»

«¿Ese no es un chico?»

«¿Por qué hay un chico en la sala de espera?»

«Espera, esa placa…»

«¡¿Ese chico también es aspirante?!»

«¿Un hombre en Polaris?»

«Qué lindo…»

Parece que en mi vida anterior fui un bárbaro.

Solo caminar bastó para provocar una conmoción masiva.

‘No les hagas caso, no les hagas caso.’

Cuando lleguen más personas, seguro perderán el interés.

Pensando eso, justo cuando me senté…

«Oye tú.»

Alguien me llamó con tono arrogante.

«¿Tú viniste a dar el examen?»

La dueña de la voz era una chica corpulenta de aspecto amenazante.

Se parecía un poco a un gorila.

«Sí, así es.»

«Vaya, vaya. Cómo han cambiado los tiempos. Un hombre queriendo blandir una espada.»

La chica me miró lascivamente mientras se lamía los labios.

«¿Sabes quién soy? Soy la heredera del Akarin (赤林), la gran Dwena.»

«¡¿El, el Akarin?!»

«¡¿Qué hacen esos criminales aquí…?!»

Akarin (赤林).

Sin duda era la organización de bandidos que aparecía como enemigos menores al principio.

No se comparaba con grupos importantes como la ‘Familia Yan’, pero era una organización criminal de considerable tamaño.

‘Debe ser por [Apariencia Delicada].’

Entre las penalizaciones estaba que los bandidos y matones tendían a buscarme pelea.

Pero no pensé que también aplicaría en la sala de espera del examen.

«Por lo que veo, pareces un señorito que no conoce cómo funciona el mundo. ¿No es presuntuoso que un hombre pretenda vencer a las mujeres?»

«¿Tú crees?»

«Aunque hay una forma en que podrías aprobar este examen.»

Dwena acarició mi muslo con su enorme mano.

«¡Kujuju…! ¿Entiendes?»

Sus ojos brillaban de codicia.

‘Ah, ya veo.’

Me hago una idea de lo que quiere.

«Entonces, ¿dices que si me convierto en tu concubino te asegurarás de que apruebe?»

«Para ser hombre, captas rápido. Ah, por supuesto…»

Sus dedos subieron por mi muslo, pasando por mi vientre hasta mi pecho.

«También tendrás que entregar tu cuerpo. ¿Sabías que la matrícula de Polaris es cara?»

¡Kukukuku!

¿Dónde aprenden estas cosas los bandidos?

De alguna manera todos actúan igual, como si siguieran un guion.

‘Hmm, ya veo.’

Se me ocurrió una buena idea.

Debería hacer una prueba antes del examen principal.

«¿Eres fuerte?»

«¿Que si soy fuerte? ¡Kuku! ¡Eso ni se pregunta!»

«Ya veo, entonces aguanta bien esto.»

Junté mi pulgar y dedo medio derechos, preparándome para dar un capirotazo.

Luego, canalizando el ki desde mi dantian, envolví mis dedos con energía marcial.

«Si aguantas, te entregaré tanto mi cuerpo como mi castidad.»

«¿Qué estás tratan-…?»

Antes de que Dwena pudiera terminar su frase.

Le di un capirotazo en la frente.

‘Energía Marcial (罡氣)’

Capirotazo (finger flick).

¡¡¡¡BOOM-!!!!

«¡¡¡¡GUAAAARGHHHH!!!!»

Mis dedos imbuidos con energía marcial liberaron una vibración terrible al dispararse.

Y luego, el pesado cuerpo de Dwena salió volando por los aires.

«¡¡AAAAHHH!!»

«¡¿Qué, qué pasó?!»

«¡Salió volando de repente!»

El cuerpo de Dwena voló lejos hasta chocar contra la pared de la sala de espera.

¡CRASH!

La pared debía ser bastante resistente porque quedó abollada por el impacto.

«Ugh… uuugh…»

Dwena quedó inconsciente, echando espuma por la boca y con un enorme chichón rojo en la frente.

‘No está mal, el poder.’

Energía marcial enfocada en el fortalecimiento más que en la defensa.

Aunque es la primera vez que la uso, si con un simple capirotazo logré esto…

‘Podré arreglármelas incluso sin espada.’

Sonreí satisfecho mientras disipaba rápidamente la energía marcial.

«Lo siento, hermana. No me interesan las mujeres más débiles que yo.»

«¡¿Venció al Akarin de un golpe…?!»

«Wow, mierda, qué sexy…»

«Ahhh… hazme volar a mí también, hermano…»

«Me le declararé después de aprobar el examen.»

«1. Levantar.»

Mejor ignorar los murmullos.

Será lo más saludable para mi mente.