Capítulo 8

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Capítulo 8.

—No te esfuerces demasiado. 

—Sí. 

—Si se pone muy difícil, puedes detenerte en cualquier momento, solo avísame. 

—Entendido.

Ornica me advirtió con un tono inquieto una vez más. Me senté en posición de loto, regulando mi respiración.

—Ugh… Esto me pone más nerviosa que cuando me abrieron mi danjeon…

Erina exageró su temblor de manera teatral.

—Si realmente sientes que no puedes hacerlo, grita fuerte. Te ayudaremos a detenernos. 

—Este es un amuleto de nuestra tribu, trae buena suerte. Llévalo contigo. 

—Jaja, gracias.

Guardé el amuleto de madera en forma de conejo que Galí me entregó. Finalmente, cuando todo estuvo listo…

—…Entonces.

Ornica colocó su mano en el centro de mi pecho.

—Voy a empezar.

Los magos consumen mana cuando usan sus habilidades. En cambio, los espadachines utilizan «ki» al ejecutar sus técnicas. El ki se acumula en el danjeon a través de la respiración, y el danjeon se divide en tres partes principales.

‘El danjeon inferior, debajo del ombligo.’ ‘El danjeon medio, en el plexo solar.’ ‘El danjeon superior, en la cabeza.’

A medida que se abren los diferentes danjeon, la cantidad de ki que se puede almacenar aumenta. Además, al abrir el danjeon, las estadísticas del usuario mejoran considerablemente, permitiendo un crecimiento mucho más rápido.

‘Aun así, el verdadero estándar de un gran guerrero comienza con la apertura del danjeon superior.’

Después de abrir el danjeon superior, surge el concepto de «nivel de maestría», pero eso es una historia lejana. El verdadero desarrollo de un espadachín comienza cuando se abre el danjeon inferior y se aprende a manipular el ki.

—Huu…

Pude sentir cómo Ornica concentraba su energía interior, con los ojos cerrados con fuerza. La tarea de abrir un danjeon corresponde a aquellos espadachines que han desbloqueado el danjeon superior. Tuve suerte de estar relacionado con Ornica, quien me lo hacía gratis, ya que normalmente hay que pagar o recibir la ayuda de espadachines de alto rango con los que tengas una relación cercana.

Cuando su mano apretó con más fuerza, sentí una calidez en la parte inferior de mi abdomen.

¡Crack! 

—Ugh…!

¿Cómo describir esta sensación? Era como si los nervios en una parte de mi cuerpo que había olvidado comenzaran a activarse gradualmente.

¡Crack, crack!

La calidez se transformó gradualmente en un calor abrasador. Era como si algo afilado me estuviera perforando el abdomen.

—Cierra los ojos y concéntrate. Muy pronto, el ki del líder abrirá un agujero en tu danjeon, Alben.

Ah. Lo que había estado sintiendo, pinchando bajo mi ombligo todo este tiempo debía de ser el ki de Ornica.

—El principio consiste en inyectar ki con tanta fuerza que el danjeon dormido se active a la fuerza. Es casi como perforar tus entrañas, pero es el método más eficaz.

Después de escuchar la explicación de Corin, entendí por qué mi hp quedaba tan bajo tras el evento de apertura del danjeon.

‘Esto da miedo.’

¿Doloroso? Seguramente lo será. Aun así, ya que había comenzado, tenía que llegar al final…

¡Crack, crack, crack! 

—¡Ahhh!

El dolor de algo como un hierro al rojo vivo atravesando mi abdomen me inundó de golpe. Todos mis músculos se tensaron y se retorcieron por el dolor agudo, mientras mi cuerpo sentía como si estuviera siendo quemado vivo.

—¡Gah…! Ugh…

Resulta cierto que, cuando duele demasiado, ni siquiera puedes gritar adecuadamente. Los gritos se quedaban atrapados en mi garganta contraída.

‘¡Maldición! ¡Está tan caliente! ¡Quema muchísimo!’

El calor interno se intensificó aún más. Era como si hubiera tragado una piedra ardiendo directamente de un horno de fundición. Si abría la boca en ese momento, sentía que lanzaría llamas por mi esófago.

—¡Agh…! ¡Ugh! 

—¡Aguanta! ¡Debes resistir! 

—¡Alben, tú puedes! ¿¡Vamos!

Podía oír los ánimos de los demás, pero no llegaban realmente a mis oídos. Solo estaba concentrado en soportar este dolor y esperando que terminara pronto.

¡Pum! ¡Pum! ¡Crack! ¡Crack, crack!

El ki de Ornica estaba desordenando mi interior. Sin embargo, cuanto más lo hacía, más podía sentir algo asentándose dentro de mí.

[¡El danjeon se está abriendo!] 

[¡El danjeon inferior ha sido desbloqueado!]

[¡El límite de ki disponible ha aumentado!]

[¡Aplicación de la bendición de crecimiento!]

[¡El máximo de ki ha aumentado aún más!]

Frente a mis ojos cerrados, apareció un mensaje esperanzador.

‘¡Por fin!’

El final de este dolor infernal ya estaba cerca.

‘Pero aún no es suficiente.’

Si mis cálculos son correctos, el sistema aún tiene algo que darme.

[El guía del danjeon muestra un gran favor hacia ti.] 

[Has descubierto el ‘Hidden Piece #4’.] 

[Se te otorga una recompensa especial.]

Aquí está. El Hidden Piece número 4. Es la recompensa especial que se otorga cuando la persona que te ayuda a abrir el danjeon siente ‘afecto’ por ti.

[Has obtenido el ‘Vínculo de alma: Ornica Feron’.]

‘Lo logré.’ Lo conseguí con éxito. ¡El vínculo de alma con Ornica!

‘Esto es increíble.’ Tener un vínculo de alma con Ornica, nada menos. Definitivamente me será útil.

—Ja… jaja… ahh…

El calor abrasador que me torturaba por dentro comenzó a desvanecerse poco a poco. Mis sentidos, embotados por el dolor, empezaron a regresar gradualmente.

—¡Alben! ¡Lo hiciste! ¡Tu danjeon se ha abierto con éxito! 

—Buen trabajo, jefa. 

—¡Alben! ¡Felicidades!

Parece que el danjeon se abrió sin problemas. Vaya, no fue tan malo como pensé. Me asusté por nada. Pero, ¿por qué estoy viendo a todos duplicados?

—Eh… ¿Por qué… aprendieron todos a moverse así…? 

—¿Alben…? ¿Qué está pasando? 

—¡Jefa, Alben está actuando raro! ¡Tiene la mirada perdida!

De repente, mi mente se apagó, y vi a Ornica frente a mí. Ella estaba sosteniéndome por los hombros y parecía estar sacudiéndome.

—¡Alben! ¡Recupera el sentido! ¡Llévenlo a la tienda! ¡Erina, trae todo el botiquín! 

—¡Tiene una fiebre tremenda…! ¡Alguien que vaya al arroyo a por agua…! 

—¡Yo iré!

Ahora que lo pienso, parece que el mundo está girando.

‘Ah.’

Me desmayé. Supongo que tiene sentido, considerando que abrí el danjeon a la fuerza sin haber entrenado este cuerpo debilitado por la [debilidad]. A medida que mi cuerpo se debilitaba, sentí una extraña energía acumulándose en mi abdomen cada vez que respiraba.

‘Así que esto es el ki.’

No es tan especial como esperaba. Pensé que iba a sentir una energía poderosa recorriendo todo mi cuerpo como un tigre desatado.

¡Cof, cof!

Mi garganta picaba, y al toser de manera involuntaria, un olor metálico se dispersó desde mi boca.

¿Qué es esto…?

—¡Ah… ahhh! ¡Está tosiendo sangre! ¿Qué hacemos, jefe?

Erina, con el rostro pálido, estaba visiblemente alterada. Ornica, por otro lado…

¿Son… lágrimas?

Vaya… nunca había visto llorar a Ornica.

—Por favor… No puede terminar así…

Como un veterano en este juego, ver una escena desconocida es una experiencia más valiosa que cualquier otra cosa. En el momento en que abrí los ojos, decidido a grabar las lágrimas de Ornica en mi memoria, el mundo se oscureció.

***

[¿Qué pasa? ¿Acaso morí?]

[No, solo te desmayaste. No morirías tan fácilmente.] 

[Entonces, ¿este tipo ha estado viendo la pantalla así todo este tiempo?] 

[Lo entiendo. Honestamente, esto es divertidísimo.] 

[Lo reconozco. No puedo esperar a ver qué pasa después.] 

[Tch, tch… Desmayarse solo por abrir el danjeon. Si fuera mi discípulo, ya le habría dado mil azotes en el trasero.] 

[Otra vez tú. Abuelo, ve a tomar tu medicina.]

[… ¿No te parece raro?]

[¿Por qué, Chilchil?] 

[Te dije que no me llames Chilchil… De todos modos, hay algo extraño en el ambiente. Se siente diferente a lo usual…]

Espera un segundo. ¿Puedes oír lo que estamos diciendo?

—Está bien.

Corin terminó una revisión rápida y les informó a los demás.

—Uf, menos mal… Pensé que algo terrible había pasado…

Erina suspiró aliviada, dejándose caer al suelo. Alben, que parecía dormido como si se hubiera desmayado, estaba siendo observado por Ornica con una mirada húmeda. Finalmente, le preguntó a Corin:

—¿Y la sangre? ¿Qué pasó con eso? 

—Eso es…

Corin vaciló, dejando la frase a medias, lo que hizo que las expresiones de los tres se volvieran sombrías. ¿Podría ser que tuviera una enfermedad mortal? Esas miradas estaban llenas de preocupación.

—La verdad, es algo extraño. 

—¿Qué tiene de extraño? ¡Dímelo ya!

Galí golpeaba el suelo con impaciencia, mostrando su inquietud. Sin más dilación, Corin confesó abiertamente.

—La sangre… La sangre que Alben escupió justo antes de desmayarse estaba cargada de un qi turbio. 

—Qi turbio… Espera, entonces eso significa… 

—Así es, jefe. Es un signo de Hwangol Daltai.

—Hwa… Hwangol Daltai…! 

—Exactamente. Pero solo ha mostrado una parte de los síntomas. Como su cuerpo no ha cambiado completamente, no es un Hwangol Daltai en su totalidad.

Hwangol Daltai es uno de los estados que alcanzan los maestros que han abierto su danjeon superior, donde el cuerpo cambia a una forma que permite manejar mejor el qi y las técnicas de esgrima. Toser sangre cargada de qi turbio es uno de los síntomas de ese proceso.

—Pero sigue siendo raro. ¡Alben apenas acaba de abrir su danjeon inferior, y ya está mostrando signos de Hwangol Daltai! ¿Cómo es posible? 

—…Yo tampoco lo entiendo del todo, así que cállate un momento. De todas formas, Alben está bien. Si descansa lo suficiente, se pondrá más saludable que antes.

Habiendo expulsado esa energía negativa, su cuerpo ahora crecerá y sanará a un ritmo más rápido.

‘Esto solo puede significar que Alben es un espadachín elegido.’

Corin dejó escapar un suspiro tenso, seguido de una pequeña risa.

—¿Estás bien, jefe? 

—Si Alben está a salvo, entonces eso es lo único que importa. 

—¿Importa? ¡Lloraste a mares cuando se desmayó! 

—¡…!

El cabello de Ornica se erizó al instante.

—¡Oh, vamos! Hoy fue la primera vez que supe que nuestra jefa también podía llorar. 

—Jefa, ¿lloró? ¿De verdad? 

—Ajá. Parece que la jefa también es como un lobo solitario. A partir de ahora, ya no tiene derecho a golpearme en la cabeza… ¡Aaah! 

—¡Cállate! ¡Alben está durmiendo! 

—Y tú eres la que está gritando más…

Erina frotó su frente caliente mientras Ornica, con el rostro enrojecido, intentaba calmarse abanicándose con la mano, recordando lo sucedido momentos antes. El instante en que abrió el danjeon inferior de Alben y exploró su interior. Ese abismo infinito que sintió en su interior. Esa fuerza extraña que ni siquiera con su habilidad podía comprender por completo. A pesar de que solo había abierto el danjeon inferior, los límites de Alben ya superaban los suyos por mucho.

‘Alben… ¿Quién eres realmente?’

Cuanto más lo conocía, más curiosidad y fascinación sentía por él.

—Zzzz…

El pequeño ronquido del monstruo resonó suavemente dentro de la tienda.

‘Qué adorable…’ 

‘Es adorable.’

‘Mis nietos probablemente se verán igual que él. Dormirán así, ¿verdad? Qué adorables.’ 

‘Tan lindo… Me dan ganas de pellizcarle esas mejillas regordetas…’

Una sonrisa satisfecha se dibujó en los rostros de las cuatro.