Capítulo 1

Capítulo 1

Esposa Secreta

«Su Ci, esta noche debes entrar y dormir con mi esposo. De lo contrario, olvídate de volver a ver a tu abuela.»

Fuera de la suite presidencial del Hotel Yunli, Su Ci se quedó paralizada.

Fu Nan Cheng era el esposo de Su Xue. Se habían casado hace dos años, pero Su Xue lo despreciaba por ser un hijo ilegítimo. Por eso, secuestró a la abuela de Su Ci y la obligó a casarse en su lugar.

Afortunadamente, Fu Nan Cheng había estado en el extranjero todo este tiempo, así que nunca se habían visto.

Pero ahora, justo en el día en que Fu Nan Cheng regresó al país, ¡Su Xue quería que ella durmiera con su esposo!

Pensando en su abuela capturada, Su Ci apretó los puños y solo pudo ceder.

«Está bien.»

Entró a la suite presidencial, donde la luz era tenue.

En la cama yacía un hombre de cuerpo alto y bien definido, con un rostro increíblemente atractivo.

¿Este era el esposo con el que había estado casada en su lugar durante dos años?

No esperaba que fuera tan joven y apuesto.

Su Ci mordió sus labios rojos, se acercó con cautela y se subió sobre él.

Comenzó a desabrochar su cinturón.

Cuando sus delicados dedos tocaron la firme cintura del hombre, su cuerpo tembló involuntariamente.

Justo en ese momento, una gran mano se extendió de repente y la sujetó con fuerza de la muñeca. Con un tirón, Su Ci cayó directamente sobre su pecho.

Sintió el olor del alcohol en él, y su cálido aliento ardía contra su rostro.

«¿Quién eres?»

Su voz era profunda y helada.

Su Ci levantó la mirada y se encontró con sus oscuros ojos fríos y penetrantes.

Él ya había abierto los ojos y la miraba con una expresión sombría.

El corazón de Su Ci dio un vuelco. Tras vacilar un instante, selló sus labios con los de él.

«Shh, no preguntes. Si preguntas, solo te diré que soy tu esposa~»

Al día siguiente.

El Hotel Yunli estaba completamente sellado, con guardaespaldas vestidos de negro custodiando la suite presidencial.

Fu Nan Cheng despertó.

Apoyado perezosamente contra la cabecera de la cama, con sus largos y fríos dedos descansando en su rodilla doblada, entrecerró sus ojos rojos y decadentes con una peligrosa hostilidad en su expresión.

La noche anterior, tras regresar al país, había bebido en una reunión y su secretario lo llevó de vuelta a la habitación.

Pero cuando abrió los ojos en su estado borroso, había una mujer sentada sobre él.

¿Quién iba a imaginar que el poderoso Fu Nan Cheng despertaría en una situación así?

A lo largo de los años, innumerables mujeres habían intentado meterse en su cama, pero era la primera vez que alguien se atrevía a tomarlo por la fuerza.

Y después de todo eso, ¡ella incluso se había escapado sin decir una sola palabra!

Perfecto. Esa mujer descarada al menos tenía la sensatez de huir, sabiendo que si la atrapaba, la haría pedazos.

La cama estaba hecha un desastre, y sobre las sábanas blancas había una flor de nieve marchita.

Fu Nan Cheng la miró fijamente y su garganta se movió.

Tan audaz… pero también pura e inocente.

Pura y dulce.

Justo en ese momento, su secretario, Song, entró apresurado.

«Presidente, ya hemos averiguado quién fue la mujer de anoche.»

«¿Quién?»

«Su esposa.»

«¿Qué esposa?»

Fu Nan Cheng se quedó perplejo. Había olvidado por completo que estaba casado.

Pero pronto recordó.

Las familias Fu y Su tenían un matrimonio arreglado. Dos años atrás, su abuela decidió por su cuenta casarlo con Su Xue.

La novia fue llevada directamente a su residencia en un auto. Como era un matrimonio secreto, pocas personas sabían de su existencia.

Sus oscuros ojos se entrecerraron peligrosamente.

Así que, en cuanto regresó al país, su esposa secreta de dos años lo había llevado a la cama.

Los labios de Fu Nan Cheng se curvaron en una fría sonrisa.

«Regresamos a la residencia.»

Residencia Fu.

Su Ci había vuelto.

Miró a Su Xue con frialdad.

«Ya cumplí con la tarea que me diste.»

A través del cuello de su blusa, Su Xue vio las marcas de besos en la piel pálida de Su Ci.

Esas marcas fueron dejadas por su esposo.

Deberían haber sido para ella.

Pero… ella no era virgen.

«Su Ci, más te vale olvidar lo que pasó anoche. Además, mi esposo Fu Nan Cheng es el heredero de la familia Fu. Tu papel como sustituta ha terminado. Ahora, ¡quiero recuperar mi lugar como señora Fu!»