Capítulo 119

¿Qué?

Su Qianrou se quedó helada. ¿No era ella la única alumna que el profesor Li había formado personalmente?

¿Quién compartía su gloria?

Caminó hasta la oficina de al lado y tocó la puerta con un par de golpes.

Poco después, una voz clara y agradable se escuchó desde dentro.

—Adelante.

Esa voz… ¿Por qué le resultaba tan familiar? Sentía que la había escuchado antes en algún lugar.

Entró en la oficina y vio a alguien sentado en la silla ejecutiva, de espaldas a ella. La persona sostenía una revista de perfumes frente a su rostro, como si estuviera descansando.

¿Quién se tomaba tantas molestias para ser tan misterioso?

—Hola, ¿puedo saber quién eres? —preguntó Su Qianrou.

En ese momento, la silla giró lentamente. Unas manos blancas y delicadas apartaron la revista, revelando el rostro de Su Ci.

Su Ci la miró con una expresión brillante.

—Su Qianrou, llegaste. Te he estado esperando.

Los ojos de Su Qianrou se abrieron de par en par. ¡Era Su Ci!

Ayer, Su Ci había dicho que ingresaría a CC, pero todos se rieron de ella y lo tomaron como una broma sin importancia.

Sin embargo, ahora, Su Ci realmente había entrado a CC.

¡Su Ci también se había convertido en perfumista de CC!

—Qianrou, ¿conoces a esta Su Ci? —preguntó Zhao Qian.

Su Qianrou reaccionó rápidamente.

—Qianqian, claro que la conozco. Tal vez no lo sepas, pero Ci es una chica fea del campo. En mi casa trabajaba como sirvienta. No tiene idea de cómo hacer perfumes, así que me sorprende verla aquí como perfumista de CC.

—¿Qué? ¿Una chica fea del campo logró meterse en CC? —exclamó Zhao Qian con dureza—. Su Ci, dime la verdad, ¿qué contactos usaste para entrar aquí?

El alboroto atrajo la atención de muchos compañeros de trabajo. Todos comenzaron a señalar y murmurar sobre Su Ci.

—¿Cómo puede una simple campesina entrar a CC? Su Qianrou es una perfumista prodigio.

—Exacto. Trabajar con ella baja nuestro nivel. ¡Esto es CC, el santuario del perfume!

En ese momento, el profesor Li Yao se acercó. Era un hombre sumamente talentoso y estricto.

—¿Por qué están todos aquí en vez de trabajar? ¿Creen que esto es un mercado?

—Profesor Li, todos tenemos la misma duda —intervino Zhao Qian—. ¿Cómo logró entrar Su Ci en CC? ¿Acaso se coló por influencias?

Li Yao miró a Su Ci. Sus ojos eran puros y brillantes, su pequeña figura mantenía una postura firme, y aunque tenía una cicatriz en el rostro, resultaba agradable a la vista.

Pero, lamentablemente, había entrado por medio de contactos.

Li Yao valoraba el talento genuino, por eso admiraba a Su Qianrou.

—Su Ci fue admitida por orden directa de King.

Un escalofrío recorrió la sala.

Todos contuvieron el aliento.

Su Qianrou miró a Su Ci, completamente impactada.

¿King la había hecho entrar?

¿Cómo era posible?

Nadie había visto jamás a King. Ni siquiera el director de perfumería, Li Yao, lo conocía en persona. King era casi una leyenda.

¿Qué méritos tenía esta campesina fea para ser elegida por King?

Su Qianrou miró a Su Ci y vio cómo esta le guiñaba un ojo con una sonrisa traviesa, como si preguntara: ¿Te sorprende? ¿Te emociona?

La presión arterial de Su Qianrou se disparó.

—…

—¿Alguna otra duda? Si no, vuelvan al trabajo —ordenó Li Yao.

Todos se dispersaron rápidamente.

Su Qianrou regresó a su oficina. Todavía no podía asimilarlo.

Si Su Ci había sido elegida por King, su tapadera con la señora Song corría peligro.

Y luego estaba Fu Nancheng… Su Qianrou sentía que él planeaba casarse con King.

Respiró hondo, tratando de calmarse.

Después de todo, solo habían dicho que King la había hecho entrar, no que realmente lo conociera.

Tal vez simplemente usó alguna conexión para llegar hasta King.