Capítulo 120

Capítulo 120

Ahora solo podía aprovechar que aún no la habían descubierto para expulsar a Su Ci de CC… o incluso, hacerla desaparecer por completo.

Lidiar con una fea campesina era muy fácil.

Pensando en esto, Su Qianrou se sintió mucho más ligera.

Poco después, tanto Su Ci como Su Qianrou fueron llamadas ante Li Yao. Él las supervisaría personalmente, aunque claramente tenía preferencia por Su Qianrou.

Le entregó un expediente.

—Qianrou, estos son los fórmulas de los perfumes que King ha lanzado cada trimestre en los últimos dos años. Son documentos exclusivos y altamente confidenciales. Te los dejaré por unos días, y luego quiero que me entregues un informe con tus reflexiones.

Su Qianrou exclamó con asombro y tomó los documentos con ambas manos, como si fueran un tesoro. Era la primera vez que estaba tan cerca de King.

—Profesor Li, no lo decepcionaré —dijo con una dulce sonrisa.

Luego miró a Su Ci.

—Pero, profesor Li, ¿qué pasará con Su Ci?

Li Yao dirigió su mirada hacia ella.

—Su Ci, aunque King te haya hecho entrar, si trabajas conmigo debes demostrar talento real. Aún no puedes ver las fórmulas de King. De momento, solo ayudarás con tareas menores y aprenderás de los demás.

Su Ci no tuvo ninguna objeción y asintió.

—De acuerdo.

Cuando salieron, Su Qianrou abrazó las fórmulas de King como si fueran un bebé.

—Ci, qué lástima que el profesor Li solo te haya dejado hacer trabajos menores. ¿Quieres que te deje echar un vistazo a las fórmulas de King en secreto? —preguntó con fingida compasión.

Su Ci miró los documentos y sonrió con calma.

—No hace falta. Estúdialas bien.

Su Qianrou bufó en su interior. Si tienes envidia, dilo directamente.

Al salir del trabajo, Su Qianrou caminaba junto a Zhao Qian.

—Qianrou, ¿tienes tiempo? ¿Vamos de compras? —preguntó Zhao Qian.

—Claro, Qianqian, ven, vamos en mi coche.

Sacó las llaves de su Ferrari y presionó el botón, haciendo sonar un bip bip.

—¡Wow, Qianrou! ¡Este Ferrari es hermoso! Debe haber costado una fortuna.

—No mucho, solo seis millones. Me lo compraron mis padres.

—¡Dios mío, eres como una princesa! Te consienten demasiado.

El ego de Su Qianrou se infló de satisfacción. Justo entonces, su teléfono sonó. Era un llamado de Li Lan.

Ese día, Li Lan había ido con la señora Song y otras damas ricas a un spa de lujo.

Respondió la llamada, y la emocionada voz de su madre se escuchó de inmediato.

—¡Qianrou! Acabo de enterarme de una noticia bomba en casa de la señora Song. La madre del presidente Fu también está en el país. Dicen que él es extremadamente filial, así que si logras ganarte a su madre, ¡conquistar a Fu Nancheng será pan comido!

Los ojos de Su Qianrou brillaron.

—¿En serio, mamá? ¿La señora Fu está aquí?

—Sí, cariño. La señora Song ya organizó todo. Mañana en la noche iremos a la residencia de la familia Fu para conocerla.

El corazón de Su Qianrou latía aceleradamente.

¡Era su oportunidad!

No tenía idea de cómo era la señora Fu, pero si lograba agradarle, su matrimonio con Fu Nancheng estaría asegurado.

—Mamá, te amo demasiado.

Colgó el teléfono y guardó su móvil en el bolso. En ese momento, una voz sonó cerca.

—Disculpe, ¿aquí trabaja Su Ci?

Era la señora Fu, que había venido a buscar a su futura nuera después del trabajo.

Su Qianrou la miró de arriba abajo. Vestía de manera sencilla y sin adornos lujosos, sin rastro de la apariencia de una dama rica y elegante.

Curvó los labios con desdén.

—Sí, Su Ci trabaja aquí. Pero ya ha salido. No tiene coche, así que seguramente está esperando el autobús en la parada. Puedes buscarla allí.