Capítulo 35

Capítulo 35

Dentro del lujoso estuche yacía un collar de diamantes que desprendía un resplandor azul brillante.

Al abrirlo, su fulgor iluminó no solo la sala, sino toda la mansión.

Cualquiera que lo viera sabría que esta joya valía una fortuna.

Su Wan’er se levantó de un salto.

—¡Dios mío! ¿Es… la Estrella del Emperador?

¿La Estrella del Emperador?

¿Era posible que este fuera el legendario collar subastado por miles de millones?

Su Xue quedó atónita. Jamás habría imaginado que alguien le enviaría semejante joya.

Solo podía ser Fu Nancheng.

Cada vez que la humillaban, él aparecía como un rey descendido del cielo para salvarla.

Lo amaba con locura.

—Papá, mamá, esto me lo envió mi… novio. ¿Les gusta? —dijo Su Xue, alzando la barbilla con orgullo, disfrutando de la mirada de asombro en los demás.

Su Changrong y Li Lan inmediatamente supieron que era un regalo de Fu Nancheng. En toda Ye Cheng, ¿quién más podía tener un gesto tan extravagante?

—¡Tu novio es increíble! Ven, deja que papá te ayude a ponértelo —dijo Su Changrong, de pronto transformado en el padre más cariñoso del mundo, mientras colocaba el collar en el cuello de Su Xue.

Li Lan sonrió con aire victorioso y miró a su cuñada.

—Hermano, cuñada, hace un momento hablaban de los pretendientes de Wan’er… Pero, ¿alguno de ellos le ha regalado una joya como esta? Si no, mejor no presuman delante de mi hija. Es vergonzoso.

Hace apenas unos minutos, la familia de Su Changrong había sido pisoteada. Pero ahora, gracias a la Estrella del Emperador, todo había cambiado.

Los rostros de Su Jun y su esposa se oscurecieron. Sin embargo, eran expertos en adaptarse, y pronto pusieron una expresión aduladora.

—Hermano, ¿con quién está saliendo Su Xue? Nunca hemos oído hablar de su novio.

Incluso Su Wan’er dejó de lado su arrogancia y se acercó a Su Xue con una sonrisa aduladora.

—Hermana Su Xue, ¿quién es tu novio? Es increíblemente generoso. Solo habíamos oído hablar de la Estrella del Emperador, pero hoy la hemos visto en persona gracias a ti.

Por dentro, Su Wan’er estaba muriéndose de celos.

Ella también quería un novio así.

Pero tenía un plan.

Star Entertainment, la compañía de entretenimiento más importante de la ciudad y subsidiaria del imperio Fu, estaba interesada en firmar con ella.

Si lograba entrar, tendría la oportunidad de acercarse a la familia Fu… y, quizá, incluso al misterioso líder de la familia.

Todos morían de curiosidad por la identidad del novio de Su Xue.

Ella quería presumir, pero aún no se atrevía.

—Mi novio… Seguro han oído hablar de él. Es un hombre muy importante. Si les digo quién es, ¡seguro se desmayan del susto! —respondió con misterio.

La intriga creció.

—¡Dinos, Su Xue! ¿Quién es tu novio?

En ese momento, Su Changrong habló con aire satisfecho.

—En unos días es mi fiesta de cumpleaños. Para entonces, el novio de Su Xue se presentará y su relación quedará oficializada. Ahí lo sabrán.

Los ojos de Su Jun y su familia se tiñeron de pura envidia. Pero inmediatamente cambiaron de tono y comenzaron a adular.

—Hermano, estamos ansiosos por tu fiesta de cumpleaños. Cuando ustedes alcancen la cima, ¡no se olviden de ayudarnos!

Después de despedirse, la familia de Su Jun se marchó.

Su Changrong se recostó en el sofá con total satisfacción.

Bebió un sorbo de té y, sintiéndose triunfante, le dijo a su hija:

—Su Xue, si Fu Nancheng te ha regalado la Estrella del Emperador, significa que realmente te valora. En mi cumpleaños, debes traerlo y hacer pública su relación. Cuando eso ocurra, ¡te convertirás en la envidiada señora Fu, y yo en el suegro más poderoso de la ciudad!

Su Xue sabía la verdad.

Fu Nancheng no le había dado este collar a ella, sino a Su Ci.

Apenas anoche, Su Ci había pasado la noche con él, y a la mañana siguiente este “premio” había llegado.

Quiso decir algo, pero Li Lan la interrumpió con firmeza.

—No te preocupes, Changrong. El señor Fu definitivamente asistirá a tu fiesta.