Capítulo 42

Capítulo 42

Fu Nancheng la abrazó y cerró los ojos.

A la mañana siguiente.

Fu Nancheng despertó.

Se giró, extendiendo la mano para abrazarla y seguir durmiendo un poco más.

Pero no la encontró.

El espacio a su lado estaba vacío.

Su Ci ya no estaba.

Abrió los ojos de inmediato, perdiendo el sueño por completo.

¿Por qué siempre se levantaba tan temprano?

El aroma de su cuerpo aún impregnaba las sábanas y su pecho.

Descubrió que cada vez dependía más de su fragancia.

En ese momento, su teléfono vibró con un ding.

Era un mensaje de Su Xue.

«Cariño, ¿dormiste bien anoche?»

Fu Nancheng curvó los labios con indiferencia y respondió con dos palabras:

«Muy bien.»

«Cariño, quería decirte algo. Mañana es el cumpleaños de mi papá y la familia Su organizará una fiesta. ¿Podrás venir?»

Si él asistía, significaría hacer pública su relación matrimonial.

«Cariño, ¿esto te pone en una situación difícil? Si es así, olvídalo. Es solo que soy tan feliz que quiero que todos sepan cuánto lo soy.»

Fu Nancheng arqueó una ceja.

Escribió una sola palabra:

«Iré.»

Mientras tanto.

Su Ci recibió una llamada de Su Xue.

Le informó que la pieza de jade que buscaba no estaba con ella.

Hace dos años, la pieza de jade se había ido junto con su dote a la familia Fu.

Si la quería, tendría que buscarla allí.

Su Ci se quedó sin palabras.

¿Cómo iba a encontrar algo dentro de la enorme mansión de los Fu?

Además…

¿Por qué su pieza de jade había terminado en la familia Fu?

El asunto se volvía cada vez más complicado.

Antes de que pudiera pensar más en ello, Fu Yingying apareció para invitarla a salir de compras.

En el centro comercial.

Mientras caminaban, se toparon con dos caras conocidas.

Su Xue y su mejor amiga, Li Xuan.

Li Xuan fue la primera en hablar con una sonrisa burlona.

«¡Mira, Xuexue! ¿A quién tenemos aquí?

Las dos chicas más feas de nuestra universidad.»

«Una con una marca de nacimiento en la cara, la otra con una cicatriz.

Qué combinación tan perfecta.»

Su Xue, con el puente de la nariz ya recuperado y el rostro resplandeciente gracias a su reciente felicidad, fingió compasión.

«Li Xuan, no hables así. Ya son bastante feas, no hay necesidad de hacerlas sentir peor.»

Li Xuan la miró con adoración.

«Xuexue, eres demasiado buena. Eres un verdadero ángel.»

Fu Yingying, quien nunca había revelado su verdadera identidad, siempre había sido blanco de burlas de estas dos.

Las odiaba profundamente.

Sonrió y se tapó la nariz con fingida molestia.

«Uf… ¿de dónde viene este olor?»

«Ah, ya veo… incluso las ‘hadas’ pueden tener mal aliento.»

«Xuexue, cada vez que hablas, el aire se vuelve irrespirable.»

El rostro de Su Xue se descompuso al instante.

Dio un paso adelante, furiosa.

«¡Fu Yingying, tú…!»

Antes de que pudiera continuar, Su Ci se puso frente a ella.

Sus ojos brillantes destellaron con una sonrisa tranquila.

«Su Xue, un consejo…

Mejor sé más amable con Yingying, o te arrepentirás más adelante.»

Después de todo…

Fu Yingying era la sobrina más querida de Fu Nancheng.

Pero Su Xue no lo sabía.

Para ella, Fu Yingying no era más que una don nadie.

Con arrogancia, levantó la barbilla y rió con desprecio.

«¿Y qué? Hasta hacerme lustrar los zapatos sería demasiado para ella.»

Luego, con un aire de satisfacción, se tocó el collar en su cuello.

«Su Ci, ¿sabes lo que estoy usando?»

Bajo la luz, la joya centelleó con un brillo deslumbrante.

Era… la legendaria ‘Estrella Suprema’.

Una joya valorada en varios miles de millones.

Li Xuan, emocionada, se apresuró a presumir:

«Su Ci, esto es la ‘Estrella Suprema’.

Un regalo de un misterioso magnate para nuestra Xuexue.»

«¡Y mañana, en la fiesta de cumpleaños de la familia Su, este hombre se presentará oficialmente como su pareja!»