Capítulo 57

Capítulo 57

El sonido nítido de una bofetada resonó en el aire.

Fu Nan Cheng giró el rostro debido al impacto.

La palma de Su Ci quedó entumecida. Había usado toda su fuerza al golpearlo. En realidad, esa bofetada debería haberla dado la noche anterior, cuando él la había tomado por la fuerza.

La expresión de Fu Nan Cheng se volvió oscura y amenazante.

Era la primera vez en su vida que una mujer lo abofeteaba.

Pasó la lengua por la parte de su mejilla que había recibido el golpe y, lentamente, giró el rostro de nuevo hacia ella, sus ojos feroces clavados en los de ella, como si quisiera devorarla.

¿Cómo se atrevía?

—¡Tú…!

Pero Su Ci se acercó y le ofreció su otra mejilla.

—Presidente Fu, adelante, golpéeme también. Usted es una persona poderosa, con solo una palabra puede hacerme desaparecer de Ye City. Puede torturarme como quiera.

Un ardor iracundo le subió por el pecho a Fu Nan Cheng.

Nunca había permitido que una mujer se le subiera a la cabeza. Ella estaba desafiándolo demasiado.

Tenía muchas formas de hacerla sufrir, igual que había hecho con Su Xue. Pero…

Cuando miró su frágil rostro y sus ojos húmedos y brillantes, su corazón vaciló.

Después de todo, ella había sido suya.

No podía decir que no sentía ni un poco de compasión por ella.

Con furia, Fu Nan Cheng se dio la vuelta y se marchó.

¡BANG!

La puerta principal de la villa Yipinlan se cerró de golpe y, segundos después, el rugido de un motor indicó que su coche se alejaba.

Su Ci regresó a su habitación, se metió bajo las mantas y abrazó su abdomen con ambas manos.

El dolor en su vientre era intenso.

Se acurrucó de lado como un pequeño camarón y cerró los ojos.

—······

Al día siguiente.

Su Ci recibió una llamada de la residencia ancestral de la familia Su.

La anciana señora Su la había convocado para cenar.

Actualmente, el control de la familia Su aún estaba en manos de la matriarca. Las ramas principales de la familia competían ferozmente por la sucesión del grupo Su.

Ahora que Su Xue había hecho el ridículo, la noticia había llegado a oídos de la anciana.

Tan pronto como Su Ci entró en la mansión, escuchó la furiosa reprimenda de la señora Su:

—¡Qué vergüenza! ¡Su Xue, ¿por qué fuiste a buscar a un viejo?! ¡Y encima él te abandonó! ¡Has hecho que la familia Su pierda la cara por completo!

En un rincón de la sala, Su Xue, Su Changrong y Li Lan estaban de pie con rostros pálidos, soportando la reprimenda.

¿»Un viejo»?

No. Ese «viejo» no era otro que Fu Nan Cheng, el líder de la familia Fu.

Nadie en la familia Su sabía que Su Xue estaba casada con él.

Hace dos años, Su Changrong le robó el jade de Su Ci y lo usó para contactar a la familia Fu en secreto.

Ese día, un coche de la familia Fu se llevó a Su Xue a la mansión Yu Yuan. Se acordó que el matrimonio sería secreto y que nadie podría saberlo.

Además, a Su Xue nunca le gustó este matrimonio que había conseguido a la fuerza. Pensaba que había terminado casada con un hijo ilegítimo.

Por eso, cuando surgió la oportunidad, intentó que Su Ci se casara en su lugar.

Durante estos dos años, no dejó escapar ni una sola pista.

Pero ahora, todo había comenzado desde el momento en que Fu Nan Cheng regresó al país.

Su Jun, intentando calmar la situación, se apresuró a decir:

—Madre, cálmese. Beba un poco de té.

La anciana tomó un sorbo y luego anunció con solemnidad:

—Los he reunido hoy porque hay un asunto importante que quiero anunciar.

—El próximo viernes por la noche, el líder de la familia Fu asumirá oficialmente el cargo de presidente del Grupo Fu. La ceremonia se llevará a cabo en el Hotel Song.

Apenas terminó de hablar, la sala estalló en revuelo.

—¡Dios mío! ¿Es el legendario y apuesto líder de la familia Fu?

—Dicen que es un genio en los negocios. Durante estos años en el extranjero, ha elevado el poder de la familia Fu a niveles inimaginables. Ha llevado el Grupo Fu a la cima del mundo financiero.

—¡Es un misterio total! Hasta ahora, nadie sabe exactamente a qué rama de la familia pertenece. Pero esta vez, al asumir el mando públicamente, finalmente podremos verlo en persona.

Desde un rincón discreto, Su Ci escuchaba todo sin ninguna expresión en el rostro.

Él iba a revelar su identidad.

Todos estaban emocionados por su regreso.

En ese momento, la anciana señora Su tomó la mano de Su Wan’er y sonrió.

—También tengo otra buena noticia.

—Nuestra Wan’er ha sido seleccionada por Xinghuan Entertainment, una subsidiaria del Grupo Fu. Ayer firmó el contrato con éxito.

—Dicen que quien está cerca del agua es el primero en tener la luna. Ahora que Wan’er tiene acceso al líder de la familia Fu, ¡tal vez muy pronto se convierta en la señora Fu!

Su Wan’er era deslumbrantemente hermosa, con un encanto seductor.

Había sido una supermodelo de Victoria’s Secret y tenía a innumerables herederos ricos persiguiéndola.

Siempre había sido altiva y arrogante.

Para ella, los hombres comunes eran indignos.

Su único objetivo había sido, desde el principio, el líder de la familia Fu.