Capítulo 12

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Capítulo 12: Brotes de soja salteados y ensalada de gelatina de bellota

Un hombre con armadura se encuentra de pie en una tierra árida, repleta de rocas.

Su armadura plateada refleja la luz del sol, creando un resplandor multicolor.

A través del casco, sus ojos brillan con determinación.

Le sigue un profundo suspiro.

Con el cuerpo tenso, levanta algo con un gesto solemne.

Y apunta con precisión hacia su objetivo.

La voluntad de acabar con un solo golpe.

Utiliza el impulso desde la punta de los pies, pasando por la cintura, hasta los hombros y las muñecas para asestar el golpe.

Una postura hermosa con todo el cuerpo en perfecta armonía.

«¡Haaah!»

Un grito de batalla que surge naturalmente.

Una escena brillante con el cielo azul de fondo.

***

El sudor frío corre mientras observo la punta del pico dirigirse hacia la roca.

¡Por favor, que esta vez no explote!

Ya he destruido el suelo demasiadas veces.

¡No puedo seguir así!

En el momento en que el pico golpea la roca.

¡BOOM!

Con otro estruendo, la roca desaparece sin dejar rastro.

«Fuuuh-«

Suspiro aliviado mientras me quito el casco.

Por suerte, esta vez solo he limpiado la roca.

Un logro conseguido después de diez intentos.

No, si cada vez que uso el pico la tierra desaparece haciendo cráteres, eso ya no es un pico, es un arma.

«¡Yaaay!»

«¡Bieeen!»

A lo lejos se escuchan los vítores de Seol-ah y los espíritus de la tierra.

Parece que a Seol-ah simplemente le divierte el sonido de las explosiones.

Y a los espíritus de la tierra parece no importarles el estado del terreno mientras el huerto se haga más grande.

Me limpio el sudor de la frente mientras apoyo el pico en mi hombro.

«Vale, terminé.»

He limpiado las rocas más o menos.

Es conveniente que desaparezcan sin dejar rastro, así no hay que moverlas.

¿Quizás no esté tan mal?

Justo cuando empezaba a sentirme satisfecho.

«¡¿Qué está diciendo, Gran Señor?! ¡Todavía queda mucha tierra por trabajar!»

«¡Así es! ¡No podemos dejar toda esta tierra sin usar!»

Los espíritus de la tierra, que se han reunido sin darme cuenta, protestan a mis pies.

Bueno, la tierra donde he destruido las rocas es solo una pequeña parte.

Por supuesto, hay una razón.

«Esa tierra no es mía.»

Solo me pertenece hasta donde he limpiado las rocas.

El resto del terreno baldío y la montaña de atrás son propiedad de otra persona.

He oído que pertenece a un terrateniente local.

En fin.

«No podemos entrar ni tocar la tierra de otros sin permiso.»

Es tierra que no podemos usar para el huerto.

«¿Tierra? ¿Acaso el Gran Señor no es el dueño de todo este mundo?»

«¡Eso es imposible!»

«¡Toda esta tierra y las montañas le pertenecen al Gran Señor!»

«No, tienen otro dueño.»

«¡¿Eh?! ¡¿Por qué?!»

«¡¿Cómo puede ser esto?!»

Parecen bastante impactados.

Por mucho que sea el campo, si tuviera dinero para comprar todo este terreno baldío y la montaña de más allá, ¿crees que estaría viviendo con tantas dificultades?

Los espíritus de la tierra, temblando por la conmoción, gritaron de repente:

«¡Conquista! ¡Hay que conquistar la tierra!»

«¡Guerra! ¡La guerra es la única solución!»

Los espíritus de la tierra inflaron su pelaje y alzaron sus ojos, haciendo un alboroto.

Un clamor por invadir y tomar posesión de toda esa tierra ahora mismo.

Estos pequeños, estas diminutas bolas de pelo no tienen filtro.

¿Qué guerra ni qué guerra en estos tiempos modernos?

Antes de que caiga el juicio de la ley, probad el sabor de mis dedos.

Les di unos cuantos toques con el dedo.

«Sniff, sniff, sniff, hemos sido derrotados miserablemente.»

«No podemos contra el poder del Gran Señor.»

Los pequeños rápidamente se desanimaron y empezaron a sollozar.

Haciéndose los duros cuando ni siquiera pueden pelear, qué graciosos.

Sin darme cuenta, Seol-ah también se ha unido y disfruta dando toques a los espíritus de la tierra.

«Bueno, tal vez más adelante, realmente más adelante cuando tenga dinero, podríamos expandir un poco el huerto.»

«¿Tierra?»

«¿Eh?»

Ante mi comentario casual, no solo los espíritus de la tierra sino también Seol-ah mostraron interés.

«¿A ti también te gustaría que la tierra fuera más grande, Seol-ah?»

«¡Sí!»

«¿Por qué?»

Seol-ah, después de pensar un momento, recogió a los espíritus de la tierra en sus manos y los extendió.

Luego abrió sus brazos de par en par.

«¿Quieres tener más amigos?»

«¡Sí!»

[Vida Sanadora de un Padre Novato]

[¡Seol-ah necesita amigos especiales! ¡Amplía el huerto y cuida del área para invitar a nuevos amigos! ¡Seguro que será de ayuda!]

Justo apareció la ventana de misión.

Claro, Seol-ah no es una niña normal.

Nada menos que una Dimensional de rango SSS.

Parece que además de los espíritus de la tierra, hay muchos más amigos que puede llamar.

Amplía la tierra y cuida la casa.

«Está bien, hagámoslo poco a poco.»

Si es el deseo de Seol-ah…

Vendiendo los tomates cherry y los cultivos del huerto, ganaremos dinero para comprar tierra y ampliar la casa.

Tenemos mucho tiempo, así que está bien.

Honestamente, también tenía curiosidad.

¿Qué más aparecerá además de los espíritus de la tierra?

La verdad es que los espíritus de la tierra son lindos y útiles.

Espero que los otros amigos también lo sean.

«¿Qué tal si aramos la tierra ahora?»

Después de descansar un rato, me levanté de un salto para preparar la siguiente fase.

Ya que he quitado las rocas incrustadas por toda la tierra, ahora toca voltear la tierra seca.

Normalmente sería el trabajo de los espíritus de la tierra, pero…

«Hoy lo haré yo.»

Como recibí herramientas agrícolas enanas, quería probarlas.

Esta vez tengo en mis manos un rastrillo para arar.

[La tierra arada se volverá fértil]

Si la tierra se vuelve fértil al ararla con el rastrillo, ¿Cómo no voy a estar ansioso por probarlo?

Bien, vamos a ver qué tal se siente.

En el momento en que golpeé la tierra con el rastrillo, con una postura llena de confianza.

¡BOOM! Toda la tierra frente a mí se volteó como si hubiera explotado.

Después de que la tierra levantada se asentara…

«¡Guerra! ¡Esto es guerra!»

«¡Yaaaaay!»

Me froté la frente mientras observaba a los espíritus de la tierra enloquecidos nuevamente y a Seol-ah emocionada con ellos.

«No, ¿por qué tienen que ser tan potentes estas herramientas?»

¡Las herramientas agrícolas de rango EX dan miedo!

***

Después de arar el huerto, el resto quedó en manos de los espíritus de la tierra.

Se movieron coordinadamente para nivelar la tierra volteada y plantaron los nuevos cultivos en el huerto ampliado.

Si antes solo teníamos lechuga, puerro chino y cebolleta, esta vez nos atrevimos a aumentar la variedad.

Chiles verdes, pepinos, calabacines, berenjenas, hojas de sésamo, patatas, boniatos y más.

Como de todos modos todo crece rápido gracias a los espíritus de la tierra, decidimos aumentar la diversidad en lugar de la cantidad.

Los espíritus de la tierra, contentos con el aumento de cultivos, tarareaban alegres.

«Nuestros chiles verdes crecerán bien picantitos.»

«¡Señor pepino! ¡Crece fresco y saludable!»

«¡Tum, tum, tum! ¡Los señores calabacín y berenjena darán frutos apetitosos!»

«Las señoras patata y boniato están dur-miendo bajo tierra. ¡Duerman bien para crecer fuertes!»

«¡Yay, yay, yay!»

Seol-ah también daba palmaditas a los cultivos, animándolos a crecer bien.

[¡Has ampliado el huerto maravillosamente!]

[¡Con más cultivos, tu vida sanadora será más abundante de ahora en adelante!]

Después de terminar con el cuidado del huerto.

Gruñido.

Me dio hambre.

Intercambié miradas con Seol-ah y nos reímos, decidiendo almorzar.

¿Qué deberíamos comer hoy?

Preparar la comida es un momento emocionante pero también preocupante.

¿Qué podríamos comer que nos guste?

En ese momento.

«¿Hay alguien?»

El sonido de alguien tocando la puerta.

«Eh, soy el padre de So-yun. ¿Está Jin-sol?»

Parece que Kim Sang-do, el padre de So-yun, ha venido de visita.

«¡Sí! ¡Estoy en casa! ¡Un momento!»

«¡Yay!»

¿Por qué me alegro tanto cuando vienen visitas que tocan la puerta?

Me sentía feliz solo porque no habían caído del cielo.

Abrí la puerta principal.

«¡Hola, tío!»

Vi a So-yun junto a Kim Sang-do.

«Pasen.»

Desde el día de la cena en el centro comunitario, han estado recibiendo tomates regularmente.

Parece que se les acabaron y vinieron por más.

«Pensé que Seol-ah necesitaría juguetes. Y esto es gelatina de bellota hecha en casa.»

«Vaya, no tenía que traer tantas cosas. Muchas gracias.»

Pero cada vez que viene, siempre trae las manos llenas.

La última vez trajo un montón de libros para aprender a escribir, y hoy viene cargado de todo tipo de juguetes.

Aunque le digo que no es necesario, insiste en que los niños los necesitan y que todo será útil.

Honestamente, estoy agradecido.

Como es mi primera vez criando un niño, estos consejos son útiles.

Aunque no esperaba tal agradecimiento a cambio.

«Nosotros somos los agradecidos.»

Me siento agradecido de que muestren tanto agradecimiento trayendo regalos.

«¡Seol-ah!»

«¡Hermana So-yun!»

Seol-ah, al ver a So-yun, corrió tambaleándose para abrazarla.

Las caras de ambas se iluminaron con sonrisas radiantes.

«¿Has estado bien, Seol-ah?»

«¡Yay!»

«¿A qué has estado jugando?»

«¡Yay, yay! ¡Yay, yay, yay!»

«¡Ah, ya veo! ¡Debió ser divertido!»

«¡Yaaaay!»

Mientras las dos charlaban y reían.

«Le prepararé los tomates. Un momento, por favor.»

Recogí una cesta de tomates cherry maduros y jugosos.

Los tomates brillaban bajo la luz del sol, luciendo apetitosos.

«Gracias. Entonces nos vamos.»

«¿Eh? ¿Ya se van?»

«Aww…»

So-yun y Seol-ah se desilusionaron al escuchar que se iban.

Mientras Kim Sang-do se rascaba la cabeza.

«¿Por qué no se quedan a almorzar?»

«¿Está bien?»

«Sí, a Seol-ah le encanta jugar con So-yun. Ya que están aquí, quédense a almorzar y pasen un rato tranquilo.»

«Entonces acepto su amabilidad.»

«¡Sííí!»

«¡Yaaay!»

So-yun y Seol-ah extendieron sus brazos con alegría ante el acuerdo de sus padres.

Supongo que estaría preocupado de dejar sola a su hija.

Además, tenía algunas preguntas sobre el sitio de ventas.

Necesitaré dinero si quiero comprar tierra y ampliar la casa.

Pensaba adelantar un poco las ventas.

«¿Hay algo en lo que pueda ayudar?»

«Solo vigile a las niñas mientras juegan.»

Respondí brevemente y me dirigí al huerto.

Seol-ah, queriendo presumir el huerto recién ampliado, tiraba de la mano de su hermana mayor, y naturalmente Kim Sang-do las siguió.

«Vaya, ¿cultiva tantas variedades? ¿Ya ha crecido todo esto?»

La voz sorprendida de Kim Sang-do.

«Eh, sí. De alguna manera ya han crecido tanto.»

Los cultivos que acabábamos de plantar ya estaban creciendo vigorosamente.

¿Qué es esto? Ni yo lo sé, da miedo.

«¿No hay ni una planta enferma? No veo ni insectos, ¿Qué pesticida usó? Por favor, recomiéndemelo.»

«No usé nada.»

«¿Qué?»

«No usé nada.»

«¿Pero cómo?»

«Pues… simplemente crecieron así.»

Me rasqué la cabeza ante la mirada perpleja de Kim Sang-do.

No solo no he usado pesticidas, ni siquiera he puesto fertilizantes.

Todo es mérito de los espíritus de la tierra.

«Vaya, ¿será talento natural? No, ¿es la primera vez que veo que la agricultura también depende del talento?»

¿Será mi imaginación o escuché risitas «tum-tum-tum» en algún lado ante el asombro de Kim Sang-do?

En fin, preparé un almuerzo sencillo.

Primero algo que les guste a las niñas.

Justo tenía salchichas en la nevera para Seol-ah.

Para las niñas, salchichas salteadas con verduras.

«¿Estará bien tomar un trago?»

«Ah, por supuesto que sí.»

«¡Papá! ¡Mamá te dijo que no bebieras!»

«Solo una copa. No le diré que no has hecho la tarea.»

Las caras de ambos se iluminaron con sonrisas.

«¿En serio?»

«Lo prometo.»

«¡Ji! Es una promesa.»

El pacto entre padre e hija quedó sellado.

Bien, ya que trajeron gelatina de bellota casera, una ensalada de gelatina de bellota sería perfecta para los adultos.

Primero la ensalada de gelatina.

Lavo y preparo la lechuga, zanahoria y pepino.

[Zanahoria – Grado B], [Pepino – Grado B]

[La zanahoria cultivada en el huerto está imbuida con los ricos nutrientes de la tierra y la energía de los espíritus de la tierra. Tiene un aroma y sabor excepcionales.]

Lo curioso es que el grado subió de C a B.

Debe ser gracias a las herramientas agrícolas.

Luego mezclo la salsa de soja, el pimiento rojo en polvo, el vinagre, el aceite de sésamo y otros condimentos para hacer el aderezo.

Solo hay que mezclarlo todo junto y listo.

Finalmente, lo sirvo en un plato, corto chiles verdes en rodajas finas por encima y esparzo abundantes semillas de sésamo.

Después, las salchichas salteadas con verduras.

‘No hay niño al que no le gusten las salchichas salteadas.’

¿Ni adulto tampoco, verdad?

Corto la cebolla y la zanahoria, hago cortes en las salchichas.

Primero, pongo aceite en la sartén, añado el puerro y salteo las salchichas en el aceite aromatizado.

Así el aroma es más intenso.

Algunos escaldan las salchichas en agua por salud, pero es una pena porque se pierde el sabor y el aroma.

Por eso, cuando añado las verduras, también corto algunos tomates cherry por la mitad y los agrego.

Tomates cherry, ayuden con la desintoxicación.

Problema resuelto.

«¿So-yun, comes picante?»

«¡Me encanta!»

Ante la respuesta de So-yun, saqué inmediatamente la pasta de chile.

Personalmente prefiero las salchichas salteadas con pasta de chile, así que perfecto.

También está rico solo con kétchup y salsa de ostras, pero queda un poco soso.

Eso sí, pondré poco.

Al saltear con la salsa, las verduras y las salchichas se tiñen de rojo y desprenden un aroma delicioso.

El sonido del salteado y el parloteo de las niñas crean una atmósfera pacífica.

Sirvo cuando las verduras aún mantienen su textura crujiente.

Plato terminado.

Dispongo los platos en la mesa, sirvo el arroz y nos sentamos alrededor.

Cuando saco disimuladamente el makgeolli del refrigerador.

Kim Sang-do asiente con una amplia sonrisa.

Es la misma sonrisa que So-yun cuando conoció a Seol-ah.

Aunque se parece físicamente a su madre, su sonrisa es igual a la de su padre.

Por eso son padre e hija.

«Adelante, prueben primero.»

«Gracias por la comida.»

«¡Que aproveche!»

«¡Yaaay!»

Todos nos sentamos y empezamos a comer.

Primero, Kim Sang-do se llevó a la boca verduras y gelatina de bellota juntas, y So-yun, que había esperado hasta que su padre cogiera los palillos, rápidamente tomó salchichas y cebolla juntas.

Entonces ambos abrieron los ojos como platos.

«¡Está delicioso!»

«¡Está riquísimo!»

Exclamaciones de admiración al unísono.

Seol-ah y yo intercambiamos miradas y sonreímos.

Almorzar con los vecinos en el porche, con la luz del sol transparente y una suave brisa.

Fue una buena decisión mudarnos al campo.