Capítulo 30

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Capítulo 30: Tesoro N°1

Lloró tanto que me costó trabajo consolarla.

Primero lloró por miedo a que le pusieran una inyección, y después lloró al ver a los tres hermanos sufriendo.

«Hip… hip…»

«¿Ya terminaste de llorar?»

«Síiii…»

Sus mejillas estaban tan hinchadas que parecían dumplings a punto de reventar.

El borde de sus ojos enrojecido, con lágrimas aún acumuladas y su labio sobresaliendo en un puchero.

Dios mío, que hasta así se vea tan adorable es un problema, un verdadero problema.

Cuando intenté limpiarle las lágrimas y los mocos restantes, Seol-ah finalmente se avergonzó y se acurrucó en mis brazos.

Enterró su rostro en mi ropa mientras murmuraba algo incomprensible.

Los tres hermanos cachorros, que al parecer ya habían olvidado sus propias inyecciones, miraban preocupados a Seol-ah.

Pensaba que esos pequeños no eran buenos perros guardianes ya que siempre se escondían y solo dormían o jugaban, pero en momentos como este demuestran su lealtad.

«Es muy hermoso», comentó la directora Ham Sa-rang con una sonrisa suave.

«¿Verdad que sí? Es tan linda que es un problema.»

«Seol-ah es linda, pero usted también lo es, Jin-sol.»

«¿Perdón?»

Ante mi pregunta, Ham Sa-rang se dio cuenta de que sus palabras podrían malinterpretarse y agitó las manos con el rostro sonrojado.

«No, no me refería a eso. ¿Cómo lo explico? Es que, ya sabe. Como un padre consolando amorosamente a su hijo que llora bajo el sol, y los perritos observándolos. No es solo que la niña sea linda, todo era hermoso. El ambiente, Seol-ah, usted mirando a Seol-ah, los perritos agrupados a su lado.»

Parece que cuando se pone nerviosa tiende a hablar mucho.

Quería molestarla un poco más, pero hasta aquí.

«Gracias por vernos así. Seol-ah, dale las gracias a la directora.»

«Gaacias…»

¡Y con esto termina la consulta de hoy!

«Hasta luegoo…»

Cuando Seol-ah hizo una profunda reverencia de despedida.

«Nuestra Seol-ah, ven otra vez.»

«¡Gacias!»

La señora Kim Soon-ja le extendió una paleta.

Parecía ser un bocadillo que había preparado para la llorona Seol-ah.

Por fin Seol-ah sonrió radiante, feliz.

De camino a la salida de la clínica veterinaria.

«¡Ay, hija, qué directa fuiste!»

«¿Eh?»

«‘Usted también es linda, Jin-sol'»

«¡Mamá!»

«¿Por qué te echaste para atrás ahí? Debiste haber seguido adelante, ay…»

«¡¿Qué estás diciendo?! ¡En serioooo!»

Se escuchaba la conversación entre madre e hija desde atrás.

A través de la ventana de la clínica veterinaria, se podía ver a la directora Ham Sa-rang pataleando con el rostro sonrojado y a su madre mirándola con un amor travieso.

‘Realmente es hermoso.’

Era una escena que me hacía entender por qué Ham Sa-rang había dicho esas palabras.

De camino con Seol-ah.

Sus ojos, que ya brillaban de nuevo, observaban todo a su alrededor.

De repente, su mirada se detuvo en algún lugar.

Era una tienda de ropa infantil.

Sus ojos se fijaron en un vestido blanco detrás del cristal.

Ahora que lo pienso, la mayoría de la ropa que usa Seol-ah son prendas heredadas de la casa de So-yun.

«Seol-ah, ¿te gustaría usar ese vestido?»

«…Ajá.»

Asintió lentamente con la cabeza.

«Vamos a comprarlo.»

Tomé la mano de Seol-ah y entramos a la tienda.

«¡Ay, qué niña más hermosa!»

La dueña nos recibió alegremente.

«Disculpe, ¿podríamos ver el vestido blanco que está en el escaparate?»

«¡Por supuesto!»

Se lo probó directamente a Seol-ah.

«¡Ay, mírala! ¡Qué adorable es!»

Aplaudió mientras la elogiaba por lo linda que se veía.

Esta señora sí que sabe hacer negocios.

Y a mis ojos también se veía increíblemente adorable.

Su cabello plateado limpio, ojos azules y facciones delicadas, mejillas rosadas y el vestido blanco vaporoso la hacían parecer un verdadero ángel bebé.

También compré algunas prendas adicionales.

La dueña, con una gran sonrisa, empaquetó la ropa con movimientos rápidos.

De repente, recordé un rostro.

‘Ah, ¿debería comprar algo para So-yun también?’

Considerando todas las cosas que hemos recibido de la familia de So-yun, sería correcto corresponder al menos una vez.

«Este… también quisiera comprar ropa para una niña de unos siete años.»

«¿Eh? ¿Siete años?»

«Sí, es como de esta altura. Es una niña de piel clara y personalidad brillante, ¿qué ropa cree que le quedaría bien?»

«¿De esta altura, clara y alegre? ¿Eh? ¿No será So-yun?»

«¡Vaya, así es!»

Ahora que lo pienso, no hay muchos niños por esta zona.

Además, si la familia de So-yun compra ropa, seguramente lo hace aquí.

Gracias a que la dueña identificó inmediatamente a So-yun por sus características, todo se volvió más fácil.

Después de terminar las compras, volvimos a la calle.

En ese momento, vi un letrero con letras doradas sobre fondo rojo.

‘Hwa-ryong-seong.’

Conozco ese restaurante.

‘En el pueblo hay un lugar llamado Hwa-ryong-seong, ¡y sus fideos chinos y su sopa de mariscos son increíbles!’

Era el restaurante altamente recomendado por el jefe de la aldea Ham Bong-seok.

Justo se acercaba la hora del almuerzo.

Ya que estamos en el pueblo, ¿deberíamos comer antes de volver?

¿Pero qué hay de O-sik que está cuidando la casa?

‘Tendré que hacerle sopa de carne de res.’

Lo compensaré con una sopa de carne de res estilo coreano que haría que China se asombre, Japón sienta envidia y Estados Unidos ruegue por ella.

Curiosamente, le gusta más la sopa que cualquier otra comida.

La verdad es que me hubiera gustado traer a O-sik también para que conociera el pueblo.

Pero…

‘Todavía me da miedo ir a lugares con mucha gente que no sea del pueblo. Y más aún sin mi armadura.’

O-sik se negó.

Aunque usa pantalones holgados y mangas refrigerantes frente a mí y la gente del pueblo, se pone inmediatamente la armadura cuando hay extraños.

Algún día me gustaría llevarlo no solo al pueblo, sino también a pasear por Seúl.

Por ahora, tomé la mano de Seol-ah y entramos al restaurante.

«Sí, ¿qué van a ordenar?»

Después de echar un vistazo al salón que comenzaba a llenarse…

«Una orden grande de fideos con salsa negra, una orden grande de sopa de mariscos y una orden mediana de cerdo agridulce para llevar, por favor.»

Decidí mejor pedir para llevar.

«Por muy bueno que sea este lugar…»

‘La comida sabe mejor cuando se come en compañía.’

La comida siempre sabe mejor cuando todos se sientan juntos a la mesa.

No importa si se enfría un poco.

Después de todo, la mesa más feliz es aquella donde todos comen juntos.

***

De regreso a casa.

Seol-ah y los tres hermanos cachorros dormidos, el aroma de los fideos con salsa negra flotando suavemente.

Todo se mezclaba armoniosamente con el paisaje exterior, creando un ambiente muy relajado.

‘Los fideos pierden sabor si se ablandan demasiado.’

Aunque por dentro estaba un poco preocupado.

Finalmente llegamos a casa.

«Mi señor, ha regresado.»

O-sik nos recibió en la misma posición, con la misma pose en que estaba cuando nos fuimos.

«¿No me digas que te quedaste así todo el tiempo?»

«Como caballero que espera a su señor, es lo que corresponde.»

Vaya, menos mal que no comimos allá, me habría sentido muy culpable.

«Ve a quitarte la armadura. Vamos a almorzar. Traje algo delicioso.»

«Yo preferiría sopa de carne…»

«¿Incluso cuando traje comida para llevar estilo K que hace que China se asombre, Japón sienta envidia y Estados Unidos ruegue por ella?»

«Iré a cambiarme de inmediato.»

Vaya, parece que todo está bien mientras tenga una K por delante.

Mientras O-sik se cambiaba de ropa, dispuse toda la comida para llevar sobre la mesa.

Los fideos negros brillantes y resbaladizos, y la sopa de mariscos emanando su aroma picante.

Y especialmente el cerdo agridulce crujiente.

No le puse la salsa.

Personalmente, prefiero mojar cada bocado.

En particular, me gusta probar el primer bocado sin nada, solo con salsa de soja.

Así puedo evaluar realmente qué tan bien fríen el cerdo en este restaurante.

«¡Bien, a comer!»

«¡Síii!»

«Que aproveche, mi señor.»

Decidí observar primero la reacción de O-sik.

Al principio se mostró desconcertado por los fideos negros, pero cuando los probó con un sorbo…

«…¡!»

Abrió los ojos como platos y me miró fijamente.

«¿Está rico, verdad?»

Asintió enérgicamente con la cabeza y luego probó la sopa de mariscos, bebiendo agua a grandes tragos después.

«¡Está picante!»

Me causó gracia ver cómo, a pesar de decir que picaba, seguía comiendo la sopa con entusiasmo.

«¡Ñam ñam ñam!»

Seol-ah estaba absorta en sus fideos con salsa negra, sus pequeños labios ocupados masticando los fideos.

«¿Están ricos, Seol-ah?»

«¡Síii!»

«Tienes toda la boca manchada.»

Cuando le limpié la salsa negra que tenía por toda la boca, sonrió dulcemente y volvió a concentrarse en su comida.

Entonces, empezaré con el cerdo agridulce.

Tomé un trozo y lo mojé en la salsa de soja con chile en polvo.

La capa crujiente y el cerdo suave por dentro creaban una combinación tierna y sabrosa.

El aceite estaba limpio y la capa de fritura no era demasiado gruesa, estaba bien frito.

Luego probé otro bocado mojándolo en la salsa.

«Oh.»

Aquí realmente saben hacer la salsa.

El sabor agridulce estimulaba el apetito.

Tanto los fideos con salsa negra como la sopa de mariscos eran de primera clase.

Los fideos negros tenían un equilibrio perfecto entre lo salado, lo sabroso y lo dulce, haciendo que uno quisiera seguir comiendo, mientras que la sopa de mariscos tenía un caldo de mariscos intenso pero limpio, con un toque picante y ahumado que la hacía muy satisfactoria.

Aunque los fideos se habían ablandado un poco y la fritura se había enfriado durante el viaje…

«¡Está delicioso!»

«¡Riquísimo!»

«¡Está increíblemente delicioso! ¡Slurp, slurp, slurp!»

«¡Es la primera vez en mi vida como duende de tierra que pruebo algo tan sabroso!»

Cuando todos dicen que está delicioso, sabe aún mejor.

‘Sí, la comida sabe mejor cuando se come en compañía.’

Fue una buena decisión traerla para llevar.

***

La poción curativa hecha con la tecnología de Hanseong Enterprise.

Nombre provisional: Jugo saludable de manzana y tomate.

Resultó ser mejor de lo que esperaba.

‘Podría ser un buen refrigerio para Seol-ah.’

Es perfecto para beber a sorbitos después de comer, sirviéndolo en una botellita pequeña.

Ahora mismo Seol-ah está bebiendo el jugo saludable en su vasito de plástico personal.

Cada vez que toma un sorbo del líquido dulce, hace un sonidito de satisfacción «hm-hm» por la nariz.

Yo me bebí el resto.

Seol-ah, mientras bebe su jugo a sorbitos, observa la punta de mis dedos.

Más específicamente, el collar que estoy haciendo.

Decidí hacer esto porque temía que pudiera perder la cuenta roja que le dio James si la dejaba suelta.

‘Si la perdiera, lloraría muchísimo.’

Aunque hoy vi que incluso cuando llora se ve adorable, solo pensar en verla triste me duele el corazón.

Me preocupaba que fuera difícil, pero afortunadamente la cuenta ya tenía un pequeño agujero, como si hubiera sido originalmente parte de una joya, lo que facilitó el trabajo.

Aprovechando el viaje al pueblo, compré los materiales y ahora estoy en plena elaboración.

La verdad es que soy bastante habilidoso con las manualidades.

Es una habilidad que desarrollé por tener que sobrevivir solo desde pequeño, haciendo todo tipo de trabajos.

He hecho toda clase de trabajos temporales a lo largo de mi vida.

Por eso mi nivel de cocina es bastante bueno y puedo hacer cosas pequeñas por mi cuenta.

En ese entonces lo hacía desesperadamente para sobrevivir, quién diría que sería tan útil ahora.

Después de luchar con ello durante una hora…

«¡Listo, ya está!»

Por fin terminé el collar con la cuenta roja.

«¡Síii!»

Los ojos de Seol-ah brillaron de alegría.

La cuenta roja colgando del collar brillaba hermosamente bajo la luz del sol.

«Te lo voy a poner.»

«¡Sí!»

Con cuidado se lo puse en el cuello y…

«Seol-ah, mírate en el espejo.»

Cuando le mostré el espejo.

«Ahh…»

Seol-ah se cubrió la boca con ambas manos, sin poder decir palabra.

El vestido blanco que compramos hoy junto con el collar de cuenta roja…

Parece que está feliz mientras se mira desde diferentes ángulos.

«Difícilmente puedes mirar con los ojos la belleza del sol…»

¡No! Así se puede decir que luce el sol cuando se oculta detrás del horizonte.

‘Es una lástima ser el único que ve esto.’

Me sentía especialmente nostálgico porque O-sik, que había salido a ayudar a los ancianos del pueblo, debería haber estado aquí. Era un poco triste tener que emocionarme yo solo.

«¡Dios mío, estás tan hermosa! ¿Verdad, Seol-ah?»

Ante mi elogio, Seol-ah sonrió ampliamente.

«Gaacias…»

Inclinó su cabeza en agradecimiento.

Sí, con esto es suficiente.

«¡Mi pequeña señora, está bellísima!»

«¡Una dulzura que haría que el sol se esconda y el viento sienta envidia!»

Cuando Seol-ah se paró orgullosamente en el porche, los duendes de tierra reunidos frente a ella comenzaron su adoración.

Los tres hermanos cachorros la escoltaban.

Era como el desfile de una princesa.

[¡Le has regalado a Seol-ah un collar hecho con la cuenta roja! ¡Es especialmente valioso para Seol-ah porque lo hizo su papá! ¡Seol-ah tiene ahora su tesoro número 1!]

Apareció el mensaje de misión completada.

Me alegro de que Seol-ah esté satisfecha.

Seguí con la mirada a Seol-ah mientras se dirigía al huerto.

Apoyado en el porche, viendo a Seol-ah y los duendes de tierra jugando bajo el sol, todo parecía un sueño.

No pude evitar sonreír al ver la radiante sonrisa de Seol-ah mientras saltaba y brincaba con su vestido blanco y el collar rojo balanceándose.

***

Mientras Jin-sol dormitaba brevemente apoyado en el porche mirando a Seol-ah.

[La dragona dimensional SSS Baek Seol-ah ha obtenido la perla del dragón.]

Mientras jugaba con los duendes de tierra y los tres hermanos cachorros en el huerto.

Una línea de mensaje apareció frente a los ojos de Seol-ah.

«¿Eh? ¡No!»

Seol-ah, ladeando la cabeza, protestó.

Esto no es una perla de dragón, es el preciado collar con la cuenta roja que papá hizo.

¡El tesoro número 1 de Seol-ah!

Por supuesto, la ventana de estado no la entendió.

[La dragona SSS está creciendo. El Dragón’s Lair – La Granja donde Crece la Felicidad está creciendo junto con ella.]

«¡Eh, eh!»

Seol-ah abrió los ojos como platos.

¿Crecer? ¿Seol-ah va a crecer? ¡Quiere crecer tanto como la montaña de atrás!

Mientras Seol-ah sonreía ampliamente ante la buena noticia.

De sus cuernos, que habían brotado sin que nadie lo notara, emanó un resplandor multicolor que llenó los alrededores de la casa.

La energía vital se concentró en una esquina del huerto y una planta nunca antes vista comenzó a crecer.

Y lo que floreció fue un capullo hecho de llamas.

Cuando el capullo se abrió por completo…

Una mariposa hecha de llamas extendió sus alas desde su interior.

Después de los duendes de tierra, las hadas de fuego habían aparecido en La Granja donde Crece la Felicidad.